Una cárcel de Ciudad Real da permiso a un grupo de presos para que salgan en procesión acompañando al Cristo de Herrera
La Cadena SER se adentra en el Centro Penitenciario de Herrera de La Mancha para conocer esta peculiar tradición en la que varios reclusos procesionan en Manzanares
Internos del Centro Penitenciario de Herrera de La Mancha portando el Cristo de la cárcel en Manzanares / C. Caba
Manzanares
La localidad de Manzanares volverá a recibir la imagen del reconocido Cristo de Herrera, portado por internos de este centro penitenciario. Durante la procesión de Jueves Santo, y como viene siendo habitual desde el año 2010, un grupo de presos de este centro acuden al municipio para portar el banzo de esta talla construida a mano por internos de la antigua prisión de "Herrera Abierto" en los años 50.
Esta imagen de construcción artesanal pertenece a la de un cristo moreno crucificado y cuenta de una belleza singular. El grupo de presos que participan en dicha procesión, salen vestidos con las túnicas de color negro y blanco, y portan la cara descubierta. Además, van acompañados de tambores que van marcando el ritmo de la marcha estilo militar.
Internos del Centro Penitenciario de Herrera de La Mancha portando el Cristo de la cárcel en Manzanares / J. Antonio Márquez
El origen de la tradición
Esta iniciativa nace de la mano de un funcionario de prisiones ya fallecido, que perteneció a este centro, en el cual se jubiló posteriormente. D. Juan García Espinosa de los Monteros, que así se llamaba el precursor de esta solemne iniciativa, era miembro de la Cofradía de la Virgen de los Dolores de la localidad manzanareña y contempló que para el proceso de reinserción e integración que desempeñan los centros penitenciarios del Estado, podría ser muy positiva la participación de un grupo de internos en la Semana de Pasión de Manzanares. Para ello, se encargó de formalizar el grupo que sacaría este emblemático Cristo de la Cárcel de Herrera en base a unos requisitos mínimos reunidos por los participantes.
A cara descubierta
La procesión de Jueves Santo en Manzanares tiene una duración de unas tres horas, lo que hace necesaria la participación de tres grupos de seis internos para poder portar la talla del Cristo, una talla que cuenta con un gran peso debido a su estructura. Con un total de doce reclusos -vestidos con túnica blanca, capa negra y a cara descubierta- como portadores, más dos tamborileros y un último llevando el banderín de la cofradía; y seis presos más del centro penitenciario de Alcázar, que viene sumándose a esta iniciativa desde hace dos años; se completará la agrupación que suele ser acompañada además por miembros de las autoridades locales como el alcalde de Manzanares, Julián Nieva, y miembros de su equipo de Gobierno, el director del centro penitenciario de Herrera de La Mancha, Marceliano García-Catalán Delgado, o el párroco de la prisión, Vicente Elipe.
Los reclusos que participan en esta iniciativa son aquellos que están en un grado avanzado de cumplimiento de condena y a los que se les haya otorgado permisos de salida, además de aquellos que hayan alcanzado el grado de semi-libertad. Es por ello, que se aplaude esta actividad por su positiva valoración de cara a la reinserción de los internos con el resto de la sociedad. Esta prisión no es la única a día de hoy que cuenta con actividades de este tipo durante la celebración de la Semana Santa.
Con esta buena acogida que tuvo en su día, y que se mantiene hasta a día de hoy, son numerosas las instancias enviadas para participar por parte de los internos, de las cuales la dirección del centro tiene que seleccionar. Una vez aprobada esa instancia, los reclusos ensayan como cualquier otra cofradía de Semana Santa, el paso llevado en la marcha, en este caso estilo militar, para saber entre otras cosas, cómo tomar las curvas durante el trayecto, o cómo levantar al cielo la imagen del Cristo de Herrera.
