Un antes, pero un ¿después?
La firma de opinión del catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Castilla-La Mancha, Jorge Laborda
Un antes, pero ¿un después?
Albacete
El mundo está revuelto por muchas cosas, y una de ellas es la reciente aparición de la primera herramienta de inteligencia artificial generalista, es decir, capaz de abordar una multitud de temas de manera inteligente, de hablar contigo, de darte consejos y ofrecerte valiosa información. Las posibilidades de esta herramienta son tan potentes que muchos científicos están lo suficientemente preocupados como para haber firmado una carta en la que solicitan una moratoria de seis meses en la investigación y desarrollo sobre inteligencia artificial. En palabras de algunos de ellos, es necesario desarrollar estrategias defensivas que impidan que la inteligencia artificial tenga ninguna posibilidad de tomar el control, ni de siquiera influir en las decisiones importantes, y cambie con ello de manera irreversible el curso de la Historia, un curso que nos llevaría quizá hacia lugares a los que no deseamos ir.
Mientras la posibilidad es aún remota de que suceda algo similar a lo descrito en la famosa película Terminator y sus secuelas, y el equivalente del sistema Skynet consiga destruir a la Humanidad, esta semana me he dado cuenta de que, sin llegar a ese dramático punto, la inteligencia artificial ya está sutilmente cambiando el curso de la Historia. Existen cursos en Internet en los que, por la módica cantidad de 15 euros, uno puede aprender a utilizar las posibilidades que ofrece esta herramienta. Lo que esos cursos te prometen aprender en unos días es asombroso, y puede ser comparado a cursos en los que te ofrezcan, por 15 euros, aprender cómo hacer un cohete en tu casa, lanzarlo desde el balcón o la azotea de tu edificio, controlar con precisión su navegación por el espacio, y aterrizar en Marte, desde donde te enviará a tu móvil en tiempo real, datos sobre el clima del planeta. Si no tienes tiempo o dinero para hacer esos cursos, te recomiendo que al menos veas algún video en YouTube en los que explican lo que esta nueva tecnología es capaz de hacer.
Fue viendo uno de esos videos y leyendo los comentarios de otras personas que también lo habían visto, cuando me di cuenta de que la inteligencia artificial ya ha comenzado a influir en el curso de la Historia. Muchos de los comentaristas afirmaban que ellos ya utilizaban la herramienta para responder emails, para solicitar sugerencias sobre qué hacer o decir, para generar nuevas ideas que de otro modo tal vez nunca se les hubieran ocurrido, para elaborar programas informáticos cortos, o para tomar una decisión u otra respecto a un asunto.
Sutilmente, pues, la elite intelectual y profesional mundial ya está bajo la influencia de los consejos, información y habilidades ofrecidas por la inteligencia artificial. Sus decisiones ya no son las mismas que hubieran sido sin esa herramienta. No digo que sean peores, no digo que sean mejores, pero no son las mismas. Las decisiones individuales, tomadas en su conjunto, son las que, con mayor o menor influencia de cada una, determinan el curso de los acontecimientos, la historia de la Humanidad. Esta historia ya está siendo afectada por un sistema inteligente, capaz de aprender, capaz de adaptarse a lo que se le requiere, capaz de razonar. Aunque parece que, por el momento, todo sigue igual, creo que hay un antes y un después en la Historia desde el nacimiento de la primera inteligencia artificial generalista. La moratoria solicitada por los científicos probablemente no surtirá un efecto sensible. Pronto vendrán otros sistemas, más potentes, más inteligentes, más capaces, más convincentes. ¿Dónde nos conducirá todo esto? Nadie, ni nada, lo sabe.