Mayo del 23
El aspecto del campo en pleno mes de mayo se asemeja al de finales de junio de otros años. Da pena ver los arroyos sin agua

Mayo del 23 - La mirada de Toledo (16/05/23)
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Toledo
Si marzo no fue ventoso, ni abril lluvioso ¿Cómo ha sido mayo? Pues está claro que ni florido ni hermoso. Os voy a contar como ha sido el actual mayo en los Montes de Toledo. Desde 2005 llevo pateando los Montes de Toledo siguiendo la reproducción de las aves insectívoras forestales. Desde entonces nunca había tenido una primavera como esta en la que no me he mojado ningún día por lluvia o granizo. Ya sabemos que esta primavera ha sido excepcionalmente “mala”. Nos queda el consuelo de que para que haya años “buenos”, debe haber algunos “malos” para tener una referencia.
Hemos de remontarnos a 1995, al final de la anterior sequía de 1991 a 1995 para registrar un mes de abril con tan poca lluvia. En abril de 1995 cayeron 9 litros por metro cuadrado en Toledo. Este año ha caído menos de la mitad. No conocíamos un mes tan seco desde que se tienen registros por parte de la AEMET.
El impacto de un invierno y primavera cálido y seco ha sido evidente en la naturaleza. Nosotros hemos observado una reducción del número de parejas reproductoras de aves insectívoras forestales posiblemente por un aumento en la mortalidad invernal de las aves. Además, la primavera se ha adelantado este año dado las altas temperaturas que hemos tenido. Debido a la escasez de agua ha sido una primavera muy corta porque la productividad de insectos ha sido muy reducida y concentrada en unos pocos días. De hecho, la primavera ya se ha acabado para las aves, pues en casi todos los nidos ya han volado sus polluelos. Esto no solo ha afectado a las aves, por ejemplo, este año es difícil encontrar mariposas en el campo. Es muy llamativo la reducción de sus poblaciones debido a las condiciones ambientales.
Hay especies de plantas que se han beneficiado de este invierno y primavera cálida y seca, como por ejemplo el romero que ha crecido mucho esta primavera. Sin embargo, para la mayoría de especies vegetales la respuesta a estas temperaturas anormalmente altas y a la baja disponibilidad de agua ha sido la de reducir la productividad. Por ejemplo, esta primavera no hemos tenido la llamativa floración explosiva de las Jaras en los Montes de Toledo. Las Jaras casi no han producido flores y esto conllevará a la pérdida de una oportunidad de generar semillas para dar lugar a nuevas plantas.
El aspecto del campo en pleno mes de mayo se asemeja al de finales de junio de otros años. Da pena ver los arroyos sin agua y ver como los galápagos europeos se concentran en pequeños charcos en los cauces. Los anfibios posiblemente han perdido una primavera para reproducirse porque necesitan agua para depositar sus huevos y que se desarrolle la descendencia. Ahora bien, ya sabemos el refrán… “Hasta el 40 de mayo, no te quites el sayo” Esperemos que sea así y esta tendencia cambie en breve para dar nuevas oportunidades a la vida.




