La historia de superación de Gema y su hijo discapacitado Izan en Belmonte

Cuenca

Gema Tierno Campos es de Belmonte (Cuenca), pueblo manchego donde vive. Es madre de un niño con discapacidad, Izan, que tiene 10 años. Ella ha trabajado en la empresa familiar dedicada a la fabricación de queso y hace tres años se tituló en Auxiliar de Enfermería. En el espacio Escuela de Salud que coordina Beatriz Hernández y que emitimos los miércoles cada quince días en Hoy por Hoy Cuenca, hemos conocido su historia de vida, un testimonio que presenta la realidad del día a día de una familia con un niño con capacidades especiales.

Izan es un niño que necesita una sonda de alimentación para comer. “A día de hoy no tiene reconocida ninguna enfermedad”, cuenta su madre, “es algo que no ha dado la cara, se sigue investigando, pero no tenemos un diagnóstico”.

Comenzó con problemas para succionar y comer, “terminaba vomitándolo y se le instaló una sonda nasogástrica”, cuenta Gema. “A día de hoy, Izan ha conseguido hacer alimentación por boca, pero no lo suficiente como para alimentarse de una totalidad”.

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Un hijo con dedicación completa

Como madre y como mujer, ¿qué ha tenido que dejar de hacer Gema para dedicarse al cuidado completo de su hijo? “Hay que dedicarle la jornada completa y te tienes que reducir a lo mínimo. De repente Izan pasaba quince días ingresado en el hospital, una semana en casa, al mes siguiente otra vez, luego venía a casa tres días. Ahora, por suerte, ya vamos espaciando los ingresos. Y mientras tanto vas sacando el poco tiempo que puedes para ti, sobre todo ahora que va al colegio, y ya me permite también volver a ayudar a mis padres en el negocio”.

Atención especial

Izan acude a un centro de atención especial en la cercana localidad toledana de Quintanar de la Orden. También tiene sesiones de logopedia y recibe un tratamiento intensivo de un mes en Guadalajara en un centro de rehabilitación neurológica, “de hecho, allí es donde Izan empezó a dar sus primeros pasos”, apunta su madre.

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Ver partir cada mañana a Izan al colegio especial “fue muy duro al principio”, dice Gema. “Se te encoje el corazón. ¿Estará bien? ¿No estará bien? Te preguntas. ¿Qué hará? ¿Qué no hará? A día de hoy lo dejo tranquilamente porque sé que está en las mejores manos, sé que es como si estuviese en casa”.

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Izan y sus amigos

“En Belmonte hay más gente con necesidades parecidas, no iguales a Izan”, nos cuenta Gema. “Hay varias familias que se desplazan a Quintanar de la Orden también para llevar a sus hijos”.

Izan, a pesar de sus limitaciones y su discapacidad, ha normalizado mucho su vida y eso es muy positivo. “En su trato con los otros niños del pueblo recibe mucho cariño”, reconoce su madre. “Vamos al parque o a catequesis o sales a dar un paseo y ves cómo sus amigos vienen a él a decirle unas palabras cariñosas”.

“Izan ha venido a hacernos mejores personas”, concluye su madre Gema Tierno.