Una ley electoral que refleje la pluralidad de la región y mejore su representatividad
Los politólogos consideran necesaria la reforma de la ley electoral anunciada por Emiliano García-Page que elevará el número de diputados en las Cortes autonómicas para homologarlo a otros parlamentos regionales
Toledo
Continúan las reacciones al anuncio del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, de modificar la ley electoral en la región para aumentar el número de diputados en las Cortes autonómicos. El objetivo es elevar la cifra de los actuales 33 escaños de la última reforma de la expresidenta María Dolores de Cospedal a una cifra que mejore la representatividad de todas las provincias y corrija una situación anómala dentro de los parlamentos autonómicos.
Los expertos consideran acertada la decisión de reformar el Estatuto de Autonomía para, a su vez, reformar una ley electoral que en Castilla-La Mancha se ha modificado en tres ocasiones, las últimas dos durante la etapa de Cospedal como presidenta de la comunidad. Se pasó de los 49 diputados que había con José María Barreda a los 33, una cifra insuficiente, consideran, para la representatividad de las cinco circunscripciones electorales y de todas las opciones políticas.
Alberto Yébenes, politólogo y miembro del Colegio de Ciencias Políticas de Castilla-La Mancha, recuerda que vivimos en un sistema democrático representativo y que cuanto más pequeño sea el parlamento menos representada está la ciudadanía. "Si hay dos partidos políticos se acerca bastante a la proporcionalidad pero si aparecen más partidos el juego de los restos da lugar a situaciones como la que se producía el pasado domingo en Ciudad Real", explica Jesús Gutiérrez.
Gutiérrez, doctor en Ciencias Políticas y profesor de Sociología de la Universidad de Castilla-La Mancha, se refiere así a las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo, que se decidieron en la provincia de Ciudad Real, donde el escaño número 17 fue a parar al PSOE por una diferencia de poco más de 1.000 votos sobre el bloque PP-Vox y ello a pesar de que en el global de la región los socialistas superaron a los populares en más de 120.000 sufragios.
La reforma, coinciden ambos, ayudará a corregir además una situación anómala. Las Cortes de Castilla-La Mancha son el parlamento autonómico más pequeño. Sólo La Rioja tiene el mismo número de diputados que Castilla-La Mancha, con una población muy inferior. Yébenes cree que la horquilla debería situarse entre los 45 y los 55 asientos. En Castilla y León hay 81 procuradores y la Región de Murcia, con una población similar a la de Castilla-La Mancha, cuenta con 45 diputados.
Beneficiaría a todos
Gutiérrez no se atreve a dar una cifra ideal pero sí señala que "cuanto más se parezca a la voluntad de los ciudadanos, mejor". "No tiene mucho sentido que Castilla-La Mancha, con dos millones de habitantes, tenga 33 diputados". Ambos creen además que la reforma, al aumentar el número de escaños, beneficiaría tanto a los partidos pequeños como a los grandes, ya que éstos últimos podrían apoyarse en otros partidos en un contexto de política de bloques.
En las pasadas elecciones partidos como Vox o Ciudadanos se quedaron fuera de las Cortes al no superar el umbral del 3 por ciento de votos necesario para alcanzar un escaño. Con una reforma que situara el número de diputados en los 49, sacar un escaño en Castilla-La Mancha requeriría entre 35.000 y 40.000 votos según Yébenes. Algo que, asegura, no sólo le vendría bien a los partidos minoritarios sino también a formaciones como el PSOE o el PP.
"Mientras sigamos en la política de bloques y no volvamos al bipartidismo, al PP le viene bien que Vox consiga más diputados para alcanzar la mayoría, como puede ocurrir en Extremadura. Pese a que algunos resultados fueran previsibles, Yébenes recuerda que han sido unas elecciones bastante sorprendentes. "Anteriormente a Page unas Cortes pequeñas le beneficiaban y ahora se ha dado cuenta de que no es así y por eso plantea esta reforma".