Opinión

Verano ¿feliz?

La firma de opinión de la catedrática de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad de Castilla-La Mancha, María José Aguilar

Maria Jose Aguilar

Verano ¿feliz?

Albacete

Me hubiera gustado dedicar esta última columna de la temporada a desearles feliz verano a toda la audiencia. Porque la cercanía a este cambio de estación siempre se vive como una promesa de relajación y disfrute de todo aquello que hemos ido posponiendo durante tantos meses.

Me gustado también dedicar esta última columna de la temporada a hacer balance de del curso, a partir de las reflexiones críticas que sobre 18 temas de actualidad he compartido con ustedes en estos 9 meses. Siempre enfocando lo invisible, es decir: problemas sociales graves y estructurales, no anecdóticos ni puntuales, que nos muestran como un espejo la sociedad cada vez más violenta, injusta, desigual e inhumana que estamos construyendo entre todas, por acción u omisión, cada cual en el espacio de responsabilidad que ocupamos. Porque todas somos responsables de lo que decimos y callamos, de lo que hacemos y dejamos pasar, de nuestras indiferencias y excusas para no mirarnos en el espejo de lo que realmente somos.

También me hubiera gustado dedicar esta última columna de la temporada a denunciar a nuestros responsables políticos, de casi todos los partidos (no todos, pero casi) que violan con total impunidad los derechos más elementales, como el derecho a la vida, de quienes huyen del horror y la desesperación. De quienes creyendo escapar de una muerte segura se encuentran con que quienes los matan y dejan morir son los gobiernos europeos (y España no es una excepción) y sus eufemísticamente llamadas “políticas migratorias”, que en realidad solo son políticas de blindaje de fronteras, de brutalidad y violencia extrema. Donde cada vez que se matan a decenas o centenares de personas como acaba de ocurrir hace unos días frente a las costas de Grecia o hace un año en Melilla, la única respuesta es aumentar el presupuesto dedicado a la industria fronteriza que sólo tiene como efecto aumentar el número de muertes.

Dentro de apenas un mes tendremos la posibilidad de votar en unas elecciones generales para decidir nuestro futuro como país en los próximos cuatro años.

Esa es ahora la mayor responsabilidad de cada una de nosotras, porque de lo que hagamos el 23 de julio va a depender que se intensifique el camino de injusticia, deshumanización, desigualdad y la deriva autoritaria que tanto sufrimiento provoca a tantas personas; o que se elija un camino diferente que nos acerque un poco al respeto de los derechos humanos y a su posibilidad de ejercicio.

Recuerden el 23 de julio que todo lo que hacemos y todo lo que dejamos de hacer, tiene consecuencias para nosotros y para todas las personas de nuestro país y más allá.

Que este verano sea un verano feliz, no va a depender este año de la promesa del sueño estival, sino de nuestra decisión.

Así que, me despido de la audiencia con el deseo de que este verano sea feliz porque nos hayamos tomado en serio el poder de nuestro voto.