"Los discursos de odio calan en una parte de la sociedad y legitiman la LGTBIfobia"

Toledo

Los pactos entre PP y Vox en muchos ayuntamientos han tenido ya una de sus primeras consecuencias: la no colocación de la bandera arcoíris, símbolo del colectivo LGTBI+ pero también de la igualdad, la diversidad y el respeto, en muchos consistorios. Algo que, en muchos casos, venía ocurriendo con normalidad desde hacía ocho años, incluso en ayuntamientos gestionados por el Partido Popular, que allí donde gobierna en solitario sí ha seguido colgando la enseña durante las celebraciones este año del Orgullo LGTBI.

En Castilla-La Mancha, desde el pasado mes de abril, funciona la Oficina de Atención Integral al colectivo LGTBI+, con 378 atenciones en apenas tres meses, el 72 por ciento de ellas por casos de LGTBIfobia. Por áreas, el 36,5 por ciento corresponden al área jurídica y el 36,2 por ciento a la psicológica. Las áreas social y educativa suman, respectivamente, el 25,4 y el 2 por ciento de las consultas. La Oficina ha realizado además 164 intervenciones con entidades y organizaciones que piden asesoría en diferentes ámbitos.

"No esperábamos un aluvión de consultas como la que estamos teniendo y el balance de estos meses es bastante positivo. Apenas se iba difundiendo el servicio nos iban llegando más y más casos", explica Alejandro Alder, psicólogo y coordinador de esta oficina que ofrece una atención multidisciplinar a quienes han vivido una experiencia traumática por delitos de odio. La mayoría de las personas que acuden a este recurso lo hacen para reparar las heridas que han sufrido por la LGTBIfobia.

"Hay que tener en cuenta que las personas LGTBI se han encontrado con una discriminación por razón de su orientación o identidad que causa heridas emocionales, de abandono y de rechazo que pasan factura", afirma Alder, que sitúa el ámbito familiar, pero también el laboral y el escolar como los entornos en los que suelen darse estas situaciones. "Nos estamos encontrando a muchos adolescentes que sufren discriminación por ser LGTBI, con casos incluso de bullying o acoso", lamenta.

"Los símbolos son importantes"

Desde esta oficina no dudan en señalar que los discursos de odio que se lanzan desde la ultraderecha "están calando en una parte de la sociedad que se siente legitimada para dañar, insultar, juzgar o difundir odio sobre este colectivo". Su responsable asegura que la LGTBIfobia está en todos los ámbitos de la sociedad y alerta de las consecuencias de estos mensajes. La no colocación de la enseña arcoíris en muchos consistorios tiene mucha más trascendencia de la que se cree y es que, subraya, "los símbolos son importantes".

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"La igualdad es un valor, es una filosofía de vida", subraya Alder. "Si quienes llegan a los consistorios están eliminando las concejalías de Igualdad se está diciendo que la igualdad se invisibiliza, que no importa. Cuando se cuelga una lona en la calle Alcalá de Madrid visibilizando que la bandera LGTBI, la Agenda 2030 o el símbolo del feminismo se tira a la basura, ¿qué mensaje estamos dando? ¿que ciertos colectivos son basura? Hay que difundir conciencia y preguntarnos adonde vamos como sociedad".