La lucha de una familia de Cuenca por una rampa para su hijo con discapacidad
Llevan meses esperando una respuesta de la Gerencia de Urbanismo para una obra que pagarían ellos mismos y que no entorpece ni el tráfico rodado ni el peatonal de la calle
Cuenca
Cinco meses lleva esperando una familia del barrio conquense de La Paz, con un niño dependiente, a que el Ayuntamiento les dé la autorización para construir una rampa en su casa que le facilite la movilidad y le permita salir a la calle en su silla adaptada.
El niño, de 12 años, sufre una parálisis cerebral con una discapacidad del 87 %. “Mi hijo es totalmente dependiente para todo, desde el aseo hasta salir a pasear”, según ha explicado la madre, Ancuta Margan en una entrevista en Hoy por Hoy Cuenca.
La lucha de una familia en Cuenca por una rampa accesible para su hijo con discapacidad
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Pese a que viven en un bajo, para salir a la calle tienen que sortear seis escalones. Las pequeñas dimensiones del portal impiden hacer la rampa allí. “Cada mañana tengo que bajar la silla de ruedas a la calle, dejar ese rato a los niños en casa, sobre todo a él que puede toser y atragantarse”, relata Margan, “después le cargo en brazos y mi otra hija de ocho años me sujeta la puerta y cierra la casa detrás de mí mientras yo le cargo a él en la silla de ruedas. Al regreso igual”.
Una rampa por el balcón
Por eso, plantearon hacer la rampa de accesibilidad desde el balcón de la vivienda que está a tan solo medio metro de altura de la calle y sin entorpecer al tránsito peatonal. “Compramos esta vivienda por estar cerca de la estación de autobuses”, dice Margan, que cada mañana lleva a su hijo hasta allí donde toma un autocar que le traslada a un centro de atención especial debido a su discapacidad. “Además está cerca del colegio de la niña”, dice.
Ya en esta nueva vivienda, tras realizar una reforma en el interior para adaptarla a las necesidades de movilidad de su hijo, esta familia afronta la construcción de la rampa animados, dice esta madre, “porque ya existe una rampa igual en una vivienda cercana de este mismo barrio, también en un bajo, igual que la que queremos hacer para nuestro hijo”.
Proyecto y visto bueno vecinal
La madre de este niño con discapacidad ha explicado que “el proyecto está ya diseñado por un arquitecto, cuenta con el visto bueno de la comunidad de vecinos del bloque y de la asociaciones de vecinos del barrio”. Además, no piden dinero ya que ellos asumirían los gastos, por lo que no entienden por qué el Ayuntamiento de Cuenca sólo les da largas. “Ya hemos puesto varias reclamaciones”, apunta esta madre, “la última de la mano de la asociación Aspaym”, entidad que trabaja con familias y personas con discapacidad física. “Me llegó a llamar la secretaria del alcalde pidiéndome que esperase un par de días, pero pasaron dos semanas sin tener ninguna noticia al respecto”, dice.
“Funcionario insensible”
El propio presidente de la asociación de vecinos de La Paz, Faustino Muñoz ha confirmado a esta emisora que “la respuesta del funcionario insensible ha sido que no, porque eso significaría hacer 56 rampas en suelo publico una por cada piso bajo”.
Ancuta Margan se ha personado de nuevo esta misma semana en la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Cuenca donde la han citado para dentro de un mes “porque el técnico que tiene que acudir a la vivienda para inspeccionar el proyecto está de vacaciones”, ha dicho. “No me dicen ni sí ni no, solo que tengo que esperar”.
Respuesta del Ayuntamiento de Cuenca
El Ayuntamiento de Cuenca está trabajando para dar respuesta a la familia que reclama una rampa en su vivienda para su hijo de 12 años con discapacidad. Un permiso municipal que llevan esperando cinco meses, según la familia.
El concejal de Urbanismo, Adrián Martínez, ha confirmado en la SER que están trabajando en este proyecto, que consideran “prioritario”, y con el que esperan dar respuesta al derecho a la accesibilidad que tienen todos los ciudadanos. Ha reconocido que el Grupo La Paz es una zona muy compleja, ya que todos los edificios tienen escalones y los huecos de las escaleras son estrechos.
Además, reconoce que los trámites del proyecto son más difíciles, ya que implica una utilización de espacio urbano para hacer la rampa hasta un balcón bajo. En todo caso, ha asegurado que están buscando soluciones para agilizar los trámites y darle una solución a esta familia lo antes posible.