Ciudad Real nombra a sus ciudadanos ejemplares
A título póstumo se ha reconocido a Antonio Baptista y a Lúcilo Cuñado

Blanca Lozano

Ciudad Real
Pistoletazo de salida a la programación de las Ferias y Fiestas de Ciudad Real con el pregón de y el tradicional nombramiento de Ciudadanos Ejemplares que tenía lugar en el Antiguo Casino. Reconocimientos que recaían, entre otros, en Antonio Baptista Vizcaíno, a título póstumo en honor a un amor profundo por sus tierras y gentes, y desde una edad muy temprana y a su vinculación a asociaciones tanto empresariales como culturales. Baptista era postulado por la Hermandad de Alarcos. Pedro Lobo, miembro de la Hermandad.
Antonio Baptista
Recientemente fallecido, nació en Ciudad Real un 14 de agosto de 1942. Siempre ha sentido un amor profundo por sus tierras y gentes, y desde una edad muy temprana siempre ha estado involucrado en diversas asociaciones tanto empresariales como culturales, para contribuir tanto en el desarrollo económico de la ciudad como a sus fiestas y tradiciones.
Como empresario siempre ha estado involucrado en el tejido local del comercio a través de su participación activa en entidades empresariales como CEOE CEPYME y Cámara de Comercio de Ciudad Real, siendo impulsor de distintas iniciativas comerciales, así como de las fiestas de la Calle Postas, lugar donde regentaba una mercería junto con su hermano Jesús hasta el día de su jubilación.
La Semana Santa de Ciudad Real siempre ha ocupado otra importante faceta en su vida siendo hermano en distintas asociaciones y cofradías, algunas hasta sus últimos días como es el caso de la Hermandad de Santa María del Prado, y siendo Hermano Mayor de la Hermandad de Jesús Caído, hermandad que siempre ha sido representativa del gremio del comercio en Ciudad Real, siendo reelegido durante más de quince años, encumbrando a la Hermandad a sus momentos de mayor esplendor hasta que se retiró para centrarse como presidente de la Asociación Santa María de Alarcos para impulsar la Romería y fiestas alrededor de la Virgen de Alarcos.
Gracias a su carácter dialogante e inconformista consiguió volver a dar esplendor a una fiesta en la que pudiera participar activamente la ciudadanía y tener unas jornadas de convivencia con familia y amigos.
De igual manera, a título póstumo se reconocía como ciudadano ejemplar a Lucilo Cuñado, en defensa de la ciudad, su labor como dinamizador de empleo, y su apoyo e impulso del voluntariado en causas sociales. Lo proponía, la exconcejala Marian Mur.
Lúcilo Cuñado
Falleció el pasado año por sorpresa y sin poderle hacer un homenaje por su especial dedicación, vinculación y colaboración en acciones de mejora de la ciudad, que llevo a cabo con organismos y organizaciones.
En el ámbito privado, puso en marcha una de las empresas referentes en los servicios médicos, psicológicos y de prevención de riesgos laborales no solo en la ciudad sino también de ámbito provincial, como CERECO Prevención. Desde 1982, proyectos empresariales en el Sector Servicios: una plataforma de Servicios Médicos, Psicológicos y de Prevención de Riesgos Laborales a nivel provincial. (www.cerecoprevencion.com), alguna de cuyas empresas siguen activas.
Además, fue impulsor de los coches clásicos en Ciudad Real y uno de los fundadores del Autoclub de Clásicos Deportivos e impulsó también el Rotary Club, del que formó parte unos diez años.
El apoyo e impulso del voluntariado en causas sociales, como la estrecha colaboración con la Asociación Provincial de familiares de enfermos de Alzheimer de Ciudad Real (AFA).
Su apoyo incondicional al mundo animal y especialmente a los gatos, mediante una colaboración permanente con diferentes asociaciones en defensa de los gatos entre ellas Protectora la Bienvenida y de manera particular y altruista junto a su esposa Ludmila Kober, y recursos propios, la atención y cuidado de los gatos abandonados en la ciudad con la autorización del Excmo. Ayuntamiento de Ciudad Real. Dinamizador de innumerables proyectos de empleo y de formación en estrecha colaboración con agentes sociales.
Su vida profesional ha estado a caballo entre la Administración, la empresa privada y la dinamización social. En el Ministerio de Trabajo (INEM Y Seguridad Social). Durante 37 años ha llevado a cabo funciones de planificación, organización, control y gestión de las actividades ligadas a la formación y al empleo, y como director Provincial durante el periodo 1997-2004.
Y por último, propuesta por el Colegio de Enfermería de Ciudad Real, otro de las estautitllas de Don Quijote nombraban ciudadana ejemplar a Carmina Prado actual decana de la Facultad de Enfermería que se jubila este 31 de agosto tras 48 años en la profesión.
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Carmina Prado
La historia de la colegiada de honor y decana de la facultad de Enfermería de la Universidad de Castilla La Mancha en el campus de Ciudad Real, es todo un ejemplo de trabajo y superación, que evidencia los efectos positivos que el empoderamiento de la mujer tiene para elevar la calidad de vida de su entorno.
A lo largo de su carrera profesional Dª Carmen Prado Laguna ha sido medalla conmemorativa en el X aniversario de la UCLM y distinguida con la medalla de Oro de este Colegio de Enfermería. Las razones que expusimos para hacerla merecedora de tan alta distinción son que en su persona se hacen patentes valores extraordinarios como la excelencia en la praxis y formación académica de la Enfermería en Castilla- La Mancha, desde su puesto de Decana de la Facultad de Enfermería.
A lo largo de su carrera profesional ha sido autora de más de 30 publicaciones. 120 ponencias y comunicaciones, estancias en diferentes universidades, diversas becas recibidas para liderar proyectos de investigación. Es directora de la cátedra FUDENUCLM, con más de 30 años de ejercicio profesional. La también doctora Carmina Prado Laguna ha continuado al frente de una Facultad y ya van 13 como decana y 23 como directora de la antigua Escuela, con la solvencia de formar a grandes profesionales en Enfermería, hasta que en los próximos meses ponga un brillante punto final alcanzando una más que merecida jubilación.
Un acto con el que se pretende premiar, tanto a personas individuales como a colectivos, que se hayan distinguido por una ejemplaridad en servicios prestados a la comunidad a lo largo de toda una vida.




