Borrell propone fijar una fecha de reunión que estudie la adhesión de nuevos miembros a la Unión Europea
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytró Kuleba, ha estado presente en la reunión celebrada en Toledo, en la que la Unión Europea le ha reiterado el apoyo incondicional en la defensa de la soberanía de Ucrania
Toledo
Toledo se despide de ser la sede temporal de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea. Durante este miércoles y jueves la ciudad ha acogido a los ministros de Defensa y de Exteriores de la comunidad política. Una ciudad a la que muchos de ellos, volverán "de manera personal, con sus familias", según ha relatado en rueda de prensa el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, que hoy ha ejercido de anfitrión.
Dos jornadas en las que las delegaciones europeas han acercado posturas aunque no hayan llegado a fijar posiciones oficiales. Sobre la mesa, los dos temas que más preocupan; por un lado, la guerra de Ucrania y, por otro, la inestabilidad política de África.
Sobre el primero, el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha dejado claro que no solo se trata de una guerra al uso, si no una guerra de relatos y ante eso, "hay que luchar contra la narrativa rusa en el mundo".
Además de la palabra, la Unión cree que la propuesta de Zelensky es la única compatible con la paz. Por eso, se ha propuesto la creación de un fondo de 5.000 millones de euros para los próximos cuatro años e instruir a 40.000 soldados ucranianos antes de que finalice el ejercicio. "España estará con Ucrania el tiempo que sea necesario", ha espetado por su parte Albares.
Y más allá de las armas o las instrucciones militares, una de las reclamaciones del país invadido es el de formar parte de la Unión Europea. Así lo habrá trasladado en persona Dmytró Kuleba, el ministro ucraniano de Exteriores, que ha estado presente en la reunión de Toledo. Conscientes de la demanda ucraniana, Borrell ha expresado que un país se convierte en miembro cuando "cumple las condiciones" pero que, además, la Unión también necesita estar preparada para una ampliación de nuevos medios. "Una ampliación que va a afectar a diez nuevos miembros de la Unión", ha dicho.
Ucrania no es el único país que se quiere adherir la Unión Europea. También tienen el mismo deseo los países de los Balcanes occidentales. En concreto, ostentan el estatus de países candidatos Albania, Bosnia y Herzegovina, Moldavia, Montenegro, Macedonia del Norte, Serbia y Ucrania, mientras que Georgia y Kosovo se consideran candidatos potenciales. Ante eso, la presidencia española del Consejo de la Unión Europea, propone celebrar una reunión ministerial junto a los ministros de los Balcanes occidentales "a finales del próximo mes". Cita que llegará "después de otros eventos relacionados con los Balcanes", según ha adelantado el alto representante.
Como la guerra de Ucrania ha tenido un "efecto colateral", según Borrell, acelerando el proceso de ampliación de los estados miembro, el 14 de septiembre habrá una nueva reunión del diálogo de alto nivel de Kosovo y Serbia para "buscar soluciones".
La inestabilidad en África irrumpe en la agenda de los ministros de Exteriores
El otro gran asunto que ha ocupado a los líderes europeos ha sido la tensión política en África. En el continente vecino se están sucediendo los golpes de estado pero, según ha remarcado Borrell, no todos los escenarios son iguales. Mientras que la Unión respalda a Bazum como presidente legítimo de Níger, en Gabón -donde se produjo un golpe militar este miércoles-, se dibuja el relato de unas elecciones poco democráticas "aunque nada justifica un golpe de estado", ha querido aclarar Borrell.
Por su parte, Albares, ha expresado que la cooperación española no volverá a Níger -excepto la que realizan las ONG españolas- hasta que se recomponga la situación democrática del país africano. Es una manera de amedrentar a los golpistas. Y, aunque los estados miembro no quieren "castigar al segundo país más pobre del mundo", ha asegurado Borrell, durante estas reuniones ministeriales se ha acordado "aplicar un régimen de sanciones individuales".
Porque España, al igual que el resto de países europeos, da "prioridad" a la solución diplomática. "Y las soluciones son diálogo y sanciones económicas", ha puntualizado Borrell.