Tiempos excepcionales
Juan José Sanz Cid, Investigador Científico Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC)
Tiempos excepcionales - La mirada de Toledo (05/09/23)
Toledo
Si echamos la vista un poco hacia atrás, veremos que estamos viviendo tiempos excepcionales. En estos últimos tres años hemos padecido varios fenómenos extremos como fueron la borrasca Filomena, el año más caluroso desde que se tienen registros (2022), una sequía prolongada, temperaturas muy altas en los mares de nuestras latitudes y en estos días, para remate, una DANA o gota fría bastante severa.
Desde 1990, es decir, desde hace más de tres décadas el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático o IPCC, como se le suele conocer y que pertenece a Naciones Unidas viene avisando que un incremento de la contaminación por parte del ser humano conllevará un incremento de la temperatura media en la Tierra. Este incremento de la temperatura media en los continentes y en los mares dará como resultado un aumento en la frecuencia de fenómenos extremos. Esto se debe a que el incremento de la temperatura de la atmósfera y de los mares produce un desajuste fuerte en el sistema climático de la Tierra que es bastante sensible. Los fenómenos extremos son eventos atmosféricos inusuales debido a su magnitud, dimensión o duración. Son por ejemplo sequías o lluvias torrenciales de gran magnitud y duración y también olas de calor o frío de larga duración.
Estos fenómenos extremos no son algo nuevo, siempre han existido. Lo que el IPCC predecía en su momento es que la frecuencia de aparición iba a ir en aumento debido al cambio climático. Pues bien, lo anunciado ya está aquí. Esto se debe a que no se está mitigando, que es lo mismo que reduciendo, el cambio climático. Así en lo que llevamos de siglo, es decir 23 años de 100, ya se ha incrementado la temperatura media de la tierra en 1,2 °C, siendo el objetivo para final de siglo de 1,5 °C. Es decir, se ha dejado de intentar mitigar el cambio climático para decirnos que debemos adaptarnos a esta situación. Lo que no éramos conscientes, y que estamos viviendo hoy día, es que este incremento de fenómenos extremos tendría repercusiones en nuestro sistema socioeconómico.
Escuchando las noticias o yendo al supermercado uno se da cuenta de la repercusión que tienen estos fenómenos extremos sobre la agricultura y la ganadería que finalmente nos afecta a nuestros bolsillos y a la calidad de vida del ciudadano. Realmente es una pena que no se adopten medidas para mitigar de verdad esta situación porque el escenario que se nos presenta es bastante oscuro. Esperemos que el ser humano sea capaz de encontrar la forma de salir de esta espiral de malas noticias.