La dictadura del on line
Nos están utilizando para hacer su trabajo

La dictadura del on line - La mirada de Toledo (20/09/23)
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Toledo
Estamos sometidos a la dictadura de la tramitación digital, de los teléfonos inteligentes y de las gestiones vía internet. Y no hablo de las personas mayores, muchas de ellas absolutamente perdidas en un mundo de trámites que debe hacer solos, todo vía correo y sin que nadie les atienda, les mire a los ojos o les de confianza. No hablo solo de las personas mayores hablo de todos nosotros.
El “todo se hace por internet” puede ser una liberación para muchos, pero es una dictadura para otros muchos. No puedes hacer nada, nada, sin wifi, sin un teléfono inteligente de última generación, o sea 800 euros como mínimo y sin las habilidades suficientes para saber hacer transferencias, rellenar formularios, contestar a correos o enviar comprobantes, todo solo. Sin que nadie te atienda.
Nos han tomado el pelo señores, porque esos trámites son un trabajo que ocupa mucho tiempo. Ayer mismo tuve que hacer una contratación, claro está todo “on line”, y me tiré mas de dos horas hasta que pude acabar todos los trámites. Y eso que estaba contratando un servicio que vale un dineral. Pues tuve que ocupar dos horas de mi tiempo en realizar todas las gestiones; eso es un puesto de trabajo señores. Y no se crean que había opción de realizar esta contratación de otra manera. Es que es sí o sí vía telemática. ¿En serio esto les parece un avance? A mi no.
Yo tengo derecho a no tener un teléfono inteligente, tengo derecho a no tener wifi en mi casa, tengo derecho a que alguien cualificado realice los trámites. No es razonable que lo que presumiblemente es una ventaja para los consumidores, tener acceso por ejemplo a las cuentas de los bancos, poder pagar recibos por internet o poder realizar compras “on line”, se convierta en una obligación porque para muchas empresas ya es la única vía de comunicación o de contratación.
Señores, nos están utilizando para hacer su trabajo. Primero nos quitaron la mayoría de las gestiones presenciales, que quizá a muchos no, pero a otros muchos si les gusta ir a las empresas que tienen contratadas a hacer sus gestiones, luego llegaron las gestiones por teléfono, en las que te eternizas porque hablas con una máquina un buen rato y cuando alguien te coge el teléfono te atiende, que muchas veces no te entiende, desde sabe Dios donde. Y ahora ya ni presencia, ni teléfono, ahora te lo haces tú todo y encima tú te encargas de enviar los justificantes. Así que además de pagar si te equivocas te equivocas tú no ellos. ¿En serio a esto le llamamos progreso?
Es una opinión de una Toledana de Toda la Vida




