Cómplices de la esclavitud
La firma de María José Aguilar Idáñez, Catedrática de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad de Castilla-La Mancha

Firma de opinión: Cómplices de la esclavitud
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Albacete
No sé si saben que la primera ley en el mundo contra la prostitución infantil cumple ahora 110 años. Y no fue ningún país europeo ni del norte occidental quien promulgó esa primera ley contra la prostitución infantil: fue un país latinoamericano, concretamente Argentina, donde en 1913 el diputado socialista Alfredo Palacios redactó e impulsó esa ley.
Sí, la prostitución infantil no era un delito en ninguna parte del mundo hasta hace bien poco.
Pero no ha sido hasta este siglo, hace apenas 24 años, cuando las Conferencias Mundiales de Mujeres y de la Coalición Contra el Tráfico de Personas, nos llamaron la atención del mundo sobre la trata de personas con fines de explotación sexual. La ONU hace apenas 10 años que decretó un Dia Mundial contra la Trata.
La trata es la compra y venta de niños y personas adultas para traficar con sus órganos, para trabajos forzados y para explotación sexual; especialmente éste último es el caso de la mayoría de las niñas y mujeres víctimas de trata.
Aprovechando situaciones de extrema pobreza, desastres naturales o guerras, los traficantes de personas sustraen a las niñas y mujeres para venderlas a las redes delictivas.
Esta forma brutal de esclavitud moderna lejos de disminuir, va en aumento. Porque las políticas migratorias europeas que impiden el asilo y la protección, y que bloquean sistemáticamente la posibilidad de vías seguras y legales de migración, están produciendo un aumento muy importante de desapariciones de niñas y mujeres que llegan a Libia (por ejemplo) donde son secuestradas y esclavizadas para su explotación sexual. También en España.
Combatir la trata de niñas y mujeres con fines de explotación sexual es un problema que nos atañe a todas y a todos. Mirar para otro lado o autoengañarnos pensando que no es nuestra responsabilidad o que no podemos hacer nada, sólo nos convierte en cómplices de esta forma de esclavitud.




