Así es el nuevo tramo de la senda ecológica entre La Cava y la Vega Baja en Toledo
El tramo acondicionado será transitable para las bicicletas e incluye iluminación fotovoltaica con detectores de personas
Toledo
El Ayuntamiento de Toledo ha reabierto el tramo de la senda ecológica situado entre el baño de la Cava y la Vega Baja que permanecía cerrado por obras de mejora. Se ha mejorado el pavimento, reparado bordillos e instalado luminarias, además de habilitar una nueva conexión a la altura de la subestación de Azumel para quienes deseen evitar la pasarela que rodea el edificio. Se trata de un tramo que discurre paralelo al río Tajo pero que no tenía conexión con el resto de la ciudad.
El tramo mejora la accesibilidad y permite la circulación en bicicleta y el pavimento se combina en algunas zonas de badenes con hormigones puntuales que han evitado afecciones tras el paso de la DANA. También se ha instalado iluminación fotovoltaica con detectores de presencia. Se enmarca en un camino de gran recorrido, el GR del Río Tajo, y permite divisar la ciudad mientras el usuario se adentra en ella, ver los restos arqueológicos existentes y mejorar su integración en la Universidad y el entorno.
Empieza a configurarse así una eje o vértebra peatonal que comunica la ciudad con el río y que "poco a poco hará que podamos penetrar en la senda sin tener que acceder desde puntos extremos", explica José Luis Juzgado, redactor y director del proyecto. El tramo reabierto es uno de los nueve subproyectos de mejora previstos en la senda ecológica y es el más importante, "ya que supone el 40 ó el 50 por ciento de la actuación". "Se busca que el ciudadano pueda ir de la ciudad hacia el río", asegura.
"Es una de las zonas del río Tajo más bonitas de Toledo e incardina en el objetivo del equipo de gobierno de convertir el Tajo y sus riberas, de convertirlo en el verdadero centro de atracción de los toledanos y del ocio y del esparcimiento de toda la ciudad", asegura Carlos Velázquez, alcalde de Toledo, que destaca también la supresión de el plan de vertidos "cero" al río Tajo, del que ya se ha suprimido un primer punto y al que seguirán otros dos: uno en la depuradora de la UCLM y otro en el arroyo del Serradero.
El tramo ejecutado se ha sufragado con 700.000 euros cofinanciados con Fondos Europeos de Desarrollo Regional (Feder). Las obras se han prolongado durante varios meses, periodo en el que los usuarios de este tramo de la senda ecológica podían continuar el recorrido a través de un itinerario alternativo desde la Basílica de Santa Leocadia por el Paseo Cristo de la Vega hasta la rotonda de la puerta de Sabatini del campus universitario y la calle San Pedro el Verde.