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Un mapa de 1854 refleja que en la plaza de Cervantes había un manantial y dos arroyos

La presencia de estas fuentes de agua, unidas a que al ser un maar volcánico que naturalmente acumula agua, podrían ser la causa del hundimiento según el grupo Geovol UCLM: Consideran que se tiene que hacer un estudio y un sondeo profundo para conocer la geomorfología de este espacio

Mapa de Ciudad Real de 1854 realizado por F. Coello

Ciudad Real

Sondeos en profundidad y estudios sobre la geomorfología de la plaza cervantes para encontrar la solución a los hundimientos de esta zona del centro de Ciudad Real. Son algunas de las medidas que plantean desde el grupo de científicos de Geovol-UCLM ante la situación que vive este céntrico punto de la capital provincial.

Ya en 2014 apuntaban a la acumulación de agua, al ser un maar de origen volcánico, como uno de las posibles causas ante los desiniveles que se estaban produciendo y que estaban afectando a algunas cimentaciones. Recuerdan que la parte sur de la Ciudad está construida sobre cuatro cráteres volcánicos ubicados en el barrio de Los Rosales, Los Ángeles, el de la zona del hospital y el de la plaza del Pilar y Cervantes.

No se trata de formaciones típicas cónicas, más bien superficiales que se generaban al subir el magma hacia la corteza terrestre y se encontraba con aguas freáticas, produciéndose una gran explosión generando una depresión que funciona como acuífero local. Cuando, nos ha explicado Rafael Ubaldo del grupo Geovol, la tendencia es que se acumule agua, haciendo el efecto de un gran embudo.

¿Por qué se hunde la Plaza Cervantes de Ciudad Real?

Una situación que se podría ver intensificada por la presencia de un manantial que brotaría tras el edificio de la Subdelegación del Gobierno y dos arroyos que confluyen en la propia plaza Cervantes, incluso había un puente para cruzarlos, y desaguaba en su momento por la actual calle Rey Santo, cruzando por donde ahora está la plaza del Pilar. Algo que han podido corroborar gracias a unos mapas de Francisco Coello de 1854. Además se sabe por fotografías de la época que todo este espacio se inundaba hasta mediados del siglo XX en periodos de lluvias intensas formando una laguna.

La solución pasa según Elena González, también de Geovol, primero por un estudio del subsuelo con un sondeo que no se quede en la superficie que incluso permita analizar los sedimentos a decenas de metros de profundidad. Incide en que el material volcánico es principalmente polvo, por la manera en la que se conformaron los cráteres, no hay coladas de lava como en otras zonas volcánicas. Aunque entiende que se tienen que tomar cartas en el asunto, matiza que no hay peligro, al menos a corto plazo

ESTUDIO GEOMORFOLÓGICO Y GEOTÉCNICO

Geovol-UCLM ha advertido al Ayuntamiento de Ciudad Real que ha de hacer un estudio geomorfológico y geotécnico serio y riguroso de la zona, que debería extenderse al resto de maares de la ciudad, como el del Hospital de Ciudad Real o el del Barrio de Los Ángeles.

Las galerías descubiertas en el Torreón del Alcázar labradas en depósitos hidromagmáticos y en otros muchos puntos de la ciudad que tiene documentadas Geovol-UCLM, han dicho, "son una prueba de la existencia de estos maares y de las características sedimentológicas y estratigráficas del subsuelo de Ciudad Real".

Y han insistido en que en la parte sur de la ciudad vive sobre volcanes hidromagmáticos que durante mucho tiempo fueron lagunas, cuyos sedimentos tienen muy poca capacidad de carga y mucha capacidad de asiento, y eso afecta a las edificaciones.

Finalmente, han dicho que "no hay que caer en el alarmismo, pero sí ser conscientes de que parte de Ciudad Real está edificada sobre un terreno de morfología volcánica, lo que exige una mayor vigilancia".