La diversidad como un activo social

Albacete

El pasado viernes casi un centenar de personas se reunieron en Albacete para hablar sobre Mujer, Entorno Laboral y Diversidad Funcional convocadas por el Observatorio Provincial de Igualdad en las Relaciones Laborales, OPI ALBACETE, pionero y único a nivel nacional, y que lleva 4 años de andadura como iniciativa de los Agentes Sociales en colaboración con diferentes instituciones.

Este espacio que sirvió para hablar de la múltiple discriminación que sufren las mujeres, por el hecho de ser mujer, tener discapacidad física y/o cognitiva, ser migrante y además encontrarse en las zonas rurales, también permitió reflexionar sobre la diversidad a todos los niveles, cultural, religiosa, étnica y de género entendiéndola como lo que es, un activo social, laboral y empresarial.

Esto que resulta para muchas personas obvio y que en algunos casos damos por hecho requiere aún muchísimo esfuerzo y muchísima actividad transformadora en lo social y por supuesto en el entorno laboral, y ese recorrido va desde la sensibilización hasta la implementación de políticas públicas. Pero no debemos olvidar que el primer lugar por el que todo empieza y por el que todo pasa, es por la sociedad, por la ciudadanía y por cómo nos miramos a los ojos, nos reconocemos, nos aportamos y entendemos que todas y todos de alguna manera somos diversos en sí mismos.

En Albacete somos ejemplo de Diálogo Social y de Activismo constante. El camino hacia la Igualdad y la gestión positiva de la Diversidad en el entorno laboral es una carrera de fondo. Agentes Sociales, Patronal y Sindicatos, Instituciones, Organizaciones especializadas y la Sociedad debemos ir en esa dirección y para ello tenemos que: Formarnos, Informarnos, Canalizar Ayudas, Gestionar, Optimizar, Liderar y por sobre todo Empoderar a los diferentes Colectivos para conseguir espacios sociales y laborales 100% inclusivos.

También es importante querer construir espacios de diálogo e interacción. Algunas veces es el propio desconocimiento el que no permite al tejido empresarial y laboral aplicar políticas de acción positiva en materia inclusiva, valorar otros perfiles profesionales, entender la diversidad como un activo que permite ver los modelos de negocio de otra forma, donde la innovación y la creatividad pueden redundar en la competitividad, pero antes de llegar a este nivel se requiere formación y un liderazgo constante en los equipos, o sino puede que deje de convertirse en una acción positiva para ser todo lo contrario.

La economía española tiene muchos retos en los que centrarse y uno urgente, también a nivel europeo, es el envejecimiento de la población activa y las altas tasas de desempleo, a ello se suma una alta competencia por habilidades, la fuga cerebros, y la falta de personas que tengan formación y quieran dedicarse a los oficios. Quizá en la gestión de la diversidad podría estar un camino o una alternativa. Abrir la puerta a otros perfiles que con apoyo y formación seguro que pueden aportar.

Esto último, sería quizá la versión más pragmática y egoísta de todo, porque lo bonito sería aprender a mirarse en los ojos de las otras personas y entender que todas merecemos una oportunidad.