Los seis despidos de OFSA en Marchamalo fueron improcedentes
La empresa, que les despidió por el supuesto acoso a un delegado de UGT, ha reconocido un año después la improcedencia de los despidos
Marchamalo
¿Recuerdan ustedes el famoso despido de 6 trabajadores de la empresa de distribución farmacéutica OFSA de Marchamalo que se produjo por su supuesto acoso laboral de estos trabajadores a un compañero? Pues bien, un año después OFSA ha acabo reconociendo por escrito que todos los despidos fueron improcentes y les ha indemnizado económicamente.
Ahora estos trabajadores están estudiando presentar denuncia por falso testimonio contra el trabajador que les denunció por el supuesto acoso.
Hace unos días ha tenido lugar en el juzgado de lo social el último de los juicios por este caso. Ariel Dedominici, delegado sindical en OFSA y uno de los despedidos espera sentencia. Le han ofrecido una alta indemnización para no ir a juicio, pero él lucha por conseguir la nulidad del despido.
OFSA ha reconocido que estos despidos que ejecutó fueron improcedentes. A los despedidos les dolió más que el despido el hecho de que fueran acusados falsamente de acosadores, para justificar dicho despido. Con este final, al menos queda limpia su imagen, considera Dedominici.
Ariel Dedominici, improcedencia despidos Ofsa
Por cierto, el trabajador que denunció a 8 compañeros ante la empresa y que inició este expediente que dió lugar a los seis despidos podría tener que sentarse ahora en el banquillo. Varios de los despedidos están tramitando ya una denuncia contra él en la que le exigirán daños y perjuicios.
Ariel Dedominici, denuncia por falso testimonio
Recordamos que todo se inicia el 6 de octubre del pasado año cuando un delegado de UGT, al que consideran afín a la empresa, les denunció por acoso. En un baño habían aparecido pintadas en su contra. También interpretó que unas risas en el comedor iban contra él.
La empresa abrió expediente a los trabajadores acusados, 8 en total, y luego tuvo que rectificar de forma parcial ya que se demostró que dos de los acusados ni siquiera estaban en la empresa en ese momento. Los despedidos son delegados de comisiones obreras, afilados o afines a este sindicato y han negado rotundamente acoso alguno, se sorprenden del argumento de la empresa y de que se les despida solo por creer el testimonio de un trabajador afín, sin prueba alguna.
Todos los despedidos tenían una antigüedad elevada en la empresa.