Moral de Calatrava vuelve a dar vida a su belén
Más de 30 escenas y 200 personas recrearán el belén viviente de Moral de Calatrava ,que será el sábado 16 de diciembre de 2023 desde las cinco y media de la tarde, y que homenajea los 800 años del primer belén viviente que realizó san Francisco de Asís en Greccio
AUDIO | Moral de Calatrava vuelve a dar vida a su belén
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Ciudad Real
El de Moral de Calatrava es el belén viviente más grande de Castilla La Mancha. Hasta 32 escenas serán representadas por más de 200 personas, que recrearán las escenas del que fue el primer belén viviente que realizó San Francisco de Asís, del que se cumplen 800 años.
¿Cuál será el recorrido?
El recorrido propuesto para este año comienza en la calle Constitución y concluye en la Plaza de España, después de presenciar las distintas escenas que componen el Belén viviente de este año instalado en el centro histórico. Está compuesta esta magnífica y singular representación del nacimiento del niño Jesús de escenas bíblicas tales como: el nacimiento, la llegada de los Reyes Magos o la huida a Egipto. Desde hace meses se lleva trabajando en todas ellas y en su composición.
Belén solidario
Este año, con el donativo que se va a ofrecer, vamos a ayudar a la Asociación de alcohólicos rehabilitados de Valdepeñas. Un acceso al belén que estará adaptado para personas con movilidad reducida y un fin de semana en el que en la localidad también habrá un mercadillo navideño.
Información ampliada del primer belén viviente
«Las Fuentes Franciscanas narran en detalle lo que sucedió en Greccio. Quince días antes de la Navidad, Francisco llamó a un hombre del lugar, de nombre Juan, y le pidió que lo ayudara a cumplir un deseo: «Deseo celebrar la memoria del Niño que nació en Belén y quiero contemplar de alguna manera con mis ojos lo que sufrió en su invalidez de niño, cómo fue reclinado en el pesebre y cómo fue colocado sobre heno entre el buey y el asno». Tan pronto como lo escuchó, ese hombre bueno y fiel fue rápidamente y preparó en el lugar señalado lo que el santo le había indicado. El 25 de diciembre, llegaron a Greccio muchos frailes de distintos lugares, como también hombres y mujeres de las granjas de la comarca, trayendo flores y antorchas para iluminar aquella noche santa. Cuando llegó Francisco, encontró el pesebre con el heno, el buey y el asno. Las personas que llegaron mostraron frente a la escena de la Navidad una alegría indescriptible, como nunca antes habían experimentado. Después el sacerdote, ante el Nacimiento, celebró solemnemente la Eucaristía, mostrando el vínculo entre la encarnación del Hijo de Dios y la Eucaristía. En aquella ocasión, en Greccio, no había figuras: el belén fue realizado y vivido por todos los presentes.
Así nace nuestra tradición: todos alrededor de la gruta y llenos de alegría, sin distancia alguna entre el acontecimiento que se cumple y cuantos participan en el misterio. El primer biógrafo de san Francisco, Tomás de Celano, recuerda que esa noche, se añadió a la escena simple y conmovedora el don de una visión maravillosa: uno de los presentes vio acostado en el pesebre al mismo Niño Jesús. De aquel belén de la Navidad de 1223, «todos regresaron a sus casas colmados de alegría».