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Opinión

Vergüenza y deseo

La firma de opinión de la catedrática de Trabajo Social de la Universidad de Castilla-La Mancha, María José Aguilar

Maria Jose Aguilar

Vergüenza y deseo

Albacete

Estimadas oyentes, hoy tenía intención de dedicar este espacio de análisis y opinión a la vergüenza europea y española que supondrá la inminente aprobación del Pacto Europeo de Migración y Asilo, del que lleva jactándose no pocos meses nuestro gobierno, con el presidente y su ministro del interior a la cabeza.

Un pacto que engaña y es un fraude desde su propio nombre: porque no garantiza la inmigración legal, ordenada y segura sino que la impide; y porque no solo no garantiza el derecho de asilo sino que lo erosiona y lamina en su práctica totalidad, haciendo de la Unión Europea un espacio contrario al Estado de Derecho.

Todas las entidades no gubernamentales que se ocupan y preocupan por las personas migrantes han denunciado este Pacto, que refuerza y da legitimidad a la violación sistemática de los derechos humanos más básicos (como el derecho a la vida y el interés superior del menor) por parte de nuestros Estados. Y toda esta brutalidad y violencia extrema, y todas las muertes que producirán, serán financiadas con dinero de nuestros impuestos, porque es mucho más lo que se destina al ejercicio de la violencia que lo que se destina a proteger y cuidar la vida de las personas que el Estado tiene bajo su jurisdicción.

Que esto suceda precisamente hoy, coincidiendo con el Día Internacional de las personas Migrantes, solo añade desprecio y burla institucional.

El parlamento debe atender con urgencia la petición de más de 700 mil personas que hemos firmado la Iniciativa Legislativa Popular para que el gobierno regularice la situación de 500mil personas que viven, trabajan y pagan impuestos en nuestro país. Si no lo hace, en nada se diferenciarán sus actos de los de los gobiernos de derechas y extremas de derechas de otros países europeos.

Pero como esta será mi última columna de opinión de este año 2023, quiero terminar deseándoles a todas las personas que ahora me escuchan que se hagan un regalo antes del próximo viernes: vayan a ver la película “El maestro que prometió el mar” ahora que está en la cartelera de nuestra ciudad.

Jamás una película tan bella y emocionante había contado tanto de nosotros con tan poco. Si quieren comprender lo que somos y lo que nos pasa en la sociedad española, no dejen de verla.

Y que en estos días de tránsito entre el año que pronto va a morir y el que está por nacer, sean felices y disfruten de las cosas que realmente merecen la pena en la vida: aquellas que nos hacen mejores personas.