Murmuraciones

Toledo

Si os hablo de murmuraciones en nuestra lengua este término alude a una conversación, puede que a media voz, en perjuicio de una persona ausente. Pero aquellos que les gusten las aves, sabe que esta misma palabra en inglés alude a unos vuelos especiales que realizan los estorninos a la hora del atardecer entre los meses de noviembre a febrero. En la península Ibérica tenemos dos especies de estorninos, los negros que sólo se encuentran en la península y los pintos que se distribuyen por toda Europa.

En los atardeceres invernales es posible encontrarse de pronto con un grupo inmenso de estorninos realizando un vuelo conjunto justo antes de posarse en sus dormideros. Es un fenómeno muy común donde miles de individuos realizan unos vuelos coordinados que los ingleses lo llaman “murmuraciones” por el sonido que realizan las aves durante el vuelo y justo antes de posarse. El caso es que en español aún no tenemos una palabra que describa este comportamiento. Os dejo aquí un enlace para que veáis de lo que hablo: https://www.youtube.com/watch?v=X0sE10zUYyY

En los bellos atardeceres invernales, los estorninos realizan estos vuelos acrobáticos que son como danza que realizan al tomar el cielo por sorpresa y al moverse de forma sincronizada. En las murmuraciones hay cientos, miles de pájaros en coordinación perfecta. Solo hay que parar, mirar hacia el cielo, y sentir el murmullo de la naturaleza sobre nosotros.

La sincronía del vuelo es perfecta. Las aves maniobran, giran simultáneamente, cada pájaro reacciona instantáneamente a los movimientos de los seis o siete ejemplares que le rodean. Cientos de miles de pequeñas voluntades reaccionan a la vez, con un retardo de milésimas de segundo, como si una descarga eléctrica recorriera el bando en todas direcciones. Nadie choca contra nadie.

A través de modelos 3D se ha podido recrear este comportamiento animal colectivo y se han establecido tres reglas básicas: cada individuo mantiene una separación mínima con sus vecinos, la dirección del grupo es el promedio total de los vecinos y las entidades se mantienen unidas, es decir, existe una separación máxima que no superan. Pese a lo que pudiésemos pensar, en este fenómeno no hay líderes, sino que los patrones colectivos del bando surgen de interacciones locales entre individuos de manera que se propaga la información a través de todo el grupo.

Investigadores italianos filmaron desde distintos ángulos una de estas coreografías llevada a cabo por 2700 estorninos en Roma y reconstruyeron el vuelo en 3D. Al analizar la reconstrucción hicieron una serie de descubrimientos: las aves tienden a estar más cerca de los vecinos que están al lado en comparación con los que están enfrente o detrás. Además, cada ave copia la dirección teniendo en cuenta únicamente a los seis o siete individuos que tiene más cerca, sin importar la distancia entre ellos. Así el conjunto de aves volando parece un organismo gigante en movimiento donde nadie se choca y cae. Es uno de los espectáculos naturales que se pueden observar en invierno.