Un país de buitres
Esa tranquilidad de transforma cuando descubren un cadáver ya que se inician unas grandes disputas para alimentarse
Un país de buitres - La mirada de Toledo (09/01/2024)
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Toledo
Vivimos en un país lleno de buitres. España tiene las mayores poblaciones de Europa de estas especies y de hecho muchos aficionados a las aves vienen a nuestro país a verlos porque no se pueden observar en Europa. En nuestro país tenemos cuatro especies de buitres, el buitre leonado que es el más frecuente con unos 60.000 ejemplares lo cual supone que tenemos el 90% de los buitres de esta especie de toda Europa, el buitre negro del cual tenemos un tercio de la población europea, el alimoche que es un buitre migrador que pasa el invierno en África, y el quebrantahuesos que es el mayor con una envergadura de hasta 2 metros y 80 centímetros y que está asociado a las altas cumbres del norte de la península Ibérica.
Nuestro país cuenta con las mayores poblaciones de estas especies y eso nos hace guardianes y depositarios de un verdadero tesoro natural. Hoy voy a contaros algunas curiosidades del buitre leonado (Gyps fulvus) que es el más abundante en nuestros campos. Si queréis más información podéis visitar la web: https://www.vertebradosibericos.org/aves/gypful.html. Está muy asociado a la existencia de ganado extensivo ya que se alimenta del ganado muerto que encuentra en el campo, aunque también se alimenta de ciervos, jabalíes o otras especies de caza mayor. De ahí que el principal papel que juegan en el ecosistema mediterráneo es la rápida desaparición de los cadáveres en el campo. Esto es fundamental para evitar la propagación de enfermedades entre animales en el medio natural.
Este ave es de gran tamaño ya que puede llegar a pesar unos 11 kilos y su envergadura, es decir, la longitud de una punta del ala a la otra, es de unos 2 metros y medio. El tener unas alas tan grandes le permite volar planeando con un coste energético bajo, pudiendo llegar a volar unos 300 km en un día en busca de carroña. Los buitres aprovechan las térmicas, que son corrientes de aire caliente que ascienden por convección, que les permite ascender y ganar altura sin coste alguno. Así se elevan y planean entre los 1.800 y los 3.500 metros sobre el terreno en busca de señales que les indiquen que existe un animal muerto cerca.
El vuelo del buitre se asemeja al planeo de una cometa y dan la sensación de ser animales muy tranquilos. Esa tranquilidad de transforma cuando descubren un cadáver ya que se inician unas grandes disputas para alimentarse. Estamos en enero y estas son las fechas en donde se producen las cópulas de los buitres para depositar en breve un único huevo que dará lugar a la nueva cohorte de buitres de 2024. El periodo reproductor de los buitres leonados es muy largo, ya que se inicia en enero, cuando hacen la puesta de su único huevo, hasta septiembre, cuando se independiza su nuevo descendiente. Para ello utilizan las plataformas que hay en los acantilados rocosos de calizas. Desde aquí os animo a acercaros a cualquier cárcava de las Serranía de Cuenca para disfrutar viendo sus vuelos, planeos y aparatosos despegues y aterrizajes.