Imagina Talavera

Talavera de la Reina

Imagina una Talavera que no fuera, como en el libro de Sergio Andrés Cabello, una de esas ciudades medias en las que nunca pasa nada. Que no se quedara al margen de lo que marca la realidad. Que siendo una ciudad media fuera esa ciudad idónea, sin las aglomeraciones de las grandes conurbaciones, ni el abandono solitario de las pequeñas poblaciones de la España vaciada. Pero que no fuera una isla, que fuera un Alef, ese Alef que nos contaba Borges que resume el mundo. Desde el que ver el mundo y hacer el mundo.

Que no estuviera ajena a la historia. Ni a la pasada, como ese monumento de la batalla de Talavera de 1809. Ni a la presente, en que de nuevo debatimos si quienes se resisten al gran Coloso son héroes y guerrilleros, o si son como los llamaban entonces los ocupantes de la Francia napoleónica, bandoleros y delincuentes.

Como hoy se los llama a veces radicales y terroristas... Imagina que estuviéramos al menos entre quienes dicen basta, al paso arrollador de los poderosos cuando abusan. Y reinventáramos la ciudadanía, en primera persona. Construyendo esa armonía, activa, ese microcosmos, ese lugar desde el que ver el resto del mundo. P

ero desde dentro, interviniendo en su desarrollo... entonces sí que podríamos decir y sentir que Talavera es una ciudad de primera.