De Campillo a la Antártida: Mapis Carrillo se une al proyecto Pantoc para estimar la contaminación en los océanos

Motilla del Palancar

El Proyecto Pantoc nació con el objetivo de investigar la forma de mitigar la contaminación mediante las bacterias. Para ello, se eligió un “libro blanco” que cuenta con el mínimo impacto del ser humano como es la Antártida. En este proyecto, formado mayoritariamente por mujeres en el que se investiga la contaminación química, participa Mapis Carrillo, una joven campillana que ha explicado a Radio 90 Cadena SER todo lo relacionado con esta investigación desde el continente más austral del planeta.

Carrillo llegó hace una semana a la Isla Livingston para estudiar la distribución y presencia de los contaminantes orgánicos persistentes, es decir, los que son invisibles, que son capaces de llegar a zonas tan remotas como es la Antártida. De esta manera, también pueden comprobar cómo afecta a los diferentes ecosistemas y hábitats en el mundo. Lo más curioso es que, para degradar estos contaminantes, están estudiando las bacterias del agua y del kril, pues cuenta con microorganismos muy especiales. Una investigación muy interesante y necesaria para intentar buscar una solución para una zona que está sufriendo los efectos de la contaminación que se generan en otros continentes.

De Campillo de Altobuey a la Antártida

Después de comenzar los estudios en la comarca de la Manchuela, Carrillo cursó sus estudios superiores en bioquímica. Tras ello, le empezó a llamar la atención el medioambiente debido a su relevancia en nuestro día a día y se especializó en contaminación y toxicología ambiental. Ha empezado su doctorado y, debido a que el investigador principal ha conseguido ese Proyecto Nacional de investigación, ha conseguido una de las plazas para participar en él, por lo que “es un privilegio”.

El proyecto Pantoc durará unos dos o tres años, pero el equipo en el que está actualmente la investigadora estará un mes en la Antártida. Después de recopilar toda la información necesaria, este grupo viajará a Barcelona para analizar todos los datos obtenidos durante estas cuatro semanas en un lugar en el que la “vida es muy distinta, pero en el que se ha avanzado mucho en los últimos años y se cuenta con una base bien equipada”.

Carrillo destaca como para el buen funcionamiento de esta base es necesario mucho personal, no solo investigadores. Aparecen mecánicos, cocineros, ingenieros o marineros, todos ellos repartidos en diferentes módulos a la hora de realizar sus respectivas actividades. La gasolina, y en menos medida las placas solares y los molinos, permiten a esta base funcionar con la energía necesaria. Además, Carrillo presume de contar con internet para seguir la divulgación científica de esta investigación a través de las redes sociales.

La importancia de la Antártida para el resto del planeta

Que esta importante investigación se esté desarrollando en la Antártida no es casualidad. Carrillo recuerda que este continente “es fundamental para el funcionamiento correcto de la tierra”, pues controla “muchas más cosas de lo que imaginamos”. El comportamiento de los glaciares en los últimos años es esencial para entender lo que sucede en el reto del planeta. Al subir las temperaturas, se reducen las precipitaciones en forma de nieve y “provoca el retroceso de los glaciares”.

La investigadora confiesa que le ha sorprendido, y mucho, que haya contaminantes que se producen en la otra parte del mundo, como podría ser en España, y que lleguen a un terreno tan remoto como es la Antártida, con los efectos negativos que ello conlleva en este ecosistema tan especial.

La complicada situación de la investigación en España

La campillana todavía tiene que completar este mes en la Antártida y analizar los resultados durante los próximos meses, por lo que prefiere pensar en un futuro más cercano. A pesar de ello, el objetivo sigue siendo acabar el doctorado que ha comenzado y ve complicado su futuro en la investigación debido a su actual situación.

Carrillo asegura que “la investigación es bastante sacrificada” y, a pesar de su flexibilidad, no tiene horarios. A esto se le suma el gran inconveniente por el que los científicos tanto han luchado por solucionar: el tema salarial, aspecto que “no está bien valorado en nuestro país”. A estos obstáculos, se le suma la inestabilidad de los proyectos, algo que puede trastocar los planes más personales de cada persona. Por todo ello, la campillana también se va a formar en marketing digital. A pesar de todo ello, la joven investigadora asegura estar disfrutando enormemente de este proyecto y de la oportunidad.