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El río Tajo se llena de toallitas y compresas a su paso por Toledo

Las abundantes lluvias de los últimos días han desbordado el sistema de alcantarillado y estos residuos han acabado en el río

Alejadro Cano: "Estos vertidos de inmundicia ponen de manifiesto la necesidad de vigilancia en el Tajo"

Toledo

El río Tajo a su paso por Toledo, que desde hace décadas sufre un problema de contaminación por vertidos procedentes de la Comunidad de Madrid, suma ahora otro problema: la aparición de miles de toallitas y compresas en una zona llamada paradójicamente «Senda Ecológica», entre los puentes de Alcántara y San Martín.

Las abundantes lluvias de los últimos días han acabado colapsando el sistema de alcantarillado de esta ciudad y esto ha provocado el vertido de estos artículos domésticos. «Esta senda, que ha servido de espacio de cría para numerosas especies de aves, está ahora tapizada de una gruesa y extensa capa de toallitas, compresas, papel, plásticos y todo tipo de fibras», explica Alejandro Cano, portavoz de la Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo.

Estos hechos han sido denunciados ante el Ayuntamiento de Toledo, el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, la Confederación Hidrográfica del Tajo y el cuerpo de agentes medioambientales de Castilla-La Mancha. Sólo el SEPRONA y los agentes medioambientales se han interesado por el caso. En el caso de la Guardia Civil, la respuesta ha sido derivar el asunto a la Policía Nacional «por tratarse de un proceso administrativo y no penal». La Policía Nacional, por su parte, ha recomendado acudir a la Patrulla Verde de Policía Local. Sólo los agentes medioambientales han acudido a las riberas del río para documentar la denuncia y levantar acta.

Más civismo

La Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo también ha pedido públicamente a los vecinos que tomen conciencia sobre el lugar en el que depositan sus desechos. «El inodoro no es el lugar donde depositar papel o cualquier otro material fibroso como las toallitas, o ligero como trozos de bolsas de plástico o bastoncillos, incluso aunque los envases indiquen que son biodegradables porque estas prácticas ocasionan enormes problemas y costosas averías en las conducciones e instalaciones de alcantarillado y depuración que, al final, también tienen repercusión en los costes del servicio de saneamiento que todos pagamos», apunta Alejandro Cano.