Luis Huete, ex fiscal jefe de Ciudad Real, cuelga la toga: "En 35 años nunca he tenido presión ni indicación, fuera quien fuera la persona investigada"

Ha estrenado el 2024, colgando la toga, para siempre. Después de 35 años de ejercicio activo en la carrera judicial, el ex fiscal jefe provincial, Luis Huete se ha jubilado aunque su trayectoria laboral ha sido de medio siglo y no empezó precisamente en el ámbito judicial.

Aunque nació en Villacañas, se siente como un ciudadrealeño más, hijo y nieto de ferroviarios -su madre fue guardabarreras-, su primera relación laboral fue en Renfe. tras aprobar unas oposiciones en la década de los 70 donde ingresó como aprendiz. Una etapa que recuerda con ilusión, en la que entonces "las salidas pasaban por trabajar no por estudiar". Una empresa señala que los trabajadores sentían como suya.

Pero aún trabajando como operador de máquinas electrónicas decidió estudiar Derecho, compatibilizaba sus turnos con las clases en la Universidad Autonóma de Madrid. Asegura que le apasionaba ser abogado laboralista por su buena relación con los trabajadores.

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Nunca tuvo en su mente ser fiscal, pero se animó a concurrir a las oposiciones, viendo a un compañero dar el paso, "pensaba que era más bien para personas más listas, para los que sacaban buena nota".

Lo cierto es que ha tenido una larga trayectoria en la administración de justicia, se ha jubilado a los 71 años y dice que ha perdido la cuenta de los casos que ha llevado, pero no se le olvida que en su primer destino en Cádiz, en un año planteó 70 escrito y en los últimos 8 de actividad en Ciudad Real, añade, no ha planteado ningún escrito de acusación.

Reconoce que la dedicación ha sido plena y que siempre ha actuado con plena independencia e imparcialidad, "una cosa son las relaciones institucionales, indica, que he mantenido siempre de manera cordial y otra el trabajo". Afirma, con contundencia que en los 35 años de carrera judicial no ha tenido ninguna presión o indicación fuera quien fuese la persona investigada.

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En el plano político, mantiene su línea de no emitir opinión alguna "no quiere decir que no la tenga". Sobre la actualidad política, se limita a señalar que "son situaciones transitorias y cambiantes y que los políticos tienen que ser responsables de las actuaciones que realicen". Sobre la ley de amnistía, menciona una sola palabra "chocante", y no deja de lamentar que no se haya renovado el Consejo General del Poder Judicial.

En su memoria, guarda con mucho cariño, especialmente su etapa como fiscal de menores, "me conocía a todos los chavales que pasaban por el juzgado y luego me saludaban y me tiraban de la chaqueta cuando iba a la feria de Ciudad Real". Me sentí muy querido y respetado en mis actuaciones, reflexiona con una sonrisa. Tampoco se olvida de algunos casos difíciles sin esclarecer, como la muerte en La Atalaya, en la capital.

Un fiscal que se ha distinguido también por su impecable vestimenta, luciendo, casi siempre, pajarita en los eventos sociales y también el sombrero, en el día a día; nos explica "para protegerse del frio, porque estoy perdiendo pelo" y también en verano.

En la nueva etapa fuera de los juzgados, que acaba de iniciar está dispuesto a disfrutar de su familia, con plena dedicación, especialmente de sus nietos y de practicar el golf, uno de sus deportes favoritos pero reitera "no madrugar no va conmigo" y asegura que no se quiere descolgar del Derecho, está dispuesto a seguir estudiando y "actualizando" jurisprudencia en lo que pueda aportar, porque concluye "el Derecho es mi vida".

Buena parte de la sociedad ciudadrealeña se ha sumado al homenaje que ha recibido este miércoles, así como el presidente del TSJCLM Vicente Rouco y numerosas autoridades locales y provinciales así como representantes de las Fuerzas de Seguridad del Estado y algunos de sus colegas que le antecedieron en el puesto como Olayo González o Francisco Moreno, que ejercieron también como fiscales de Ciudad Real.

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