El albergue de animales de la Diputación de Cuenca, un servicio para los ayuntamientos de toda la provincia

Las Pedroñeras

Hay veces en el año, sobre todo al final de la caza, que aparecen perros abandonados merodeando por los pueblos. Aunque no es la única situación en la que estos animales se abandonan, ya que en las vacaciones de verano o después de navidades también pueden aparecer estos animales. Estas son algunas de las épocas en las que más crece el abandono de los perros según nos indica Antonio Alarcón, delegado provincial de GEACAM en Cuenca. Él se encarga de coordinar el albergue provincial de la Diputación conquense, donde acogen a estos perros abandonados por todos los pueblos de la provincia. Para ello, el ayuntamiento debe llamar a la Diputación de Cuenca, cuando tenga el animal ya cogido, para que desde el albergue vayan a recogerlo "en uno o dos días y lo trae a Cuenca capital, donde tenemos las instalaciones".

Es importante que el ayuntamiento custodie al animal cuando llame a este servicio, porque Alarcón destaca que "lo que no hace el encargado de la Diputación es que vayan los trabajadores del albergue con el lazo buscando por los sembrados al perro".

El albergue solo recoge perros sin dueño, es decir, que no pueden ir los particulares a dejar a sus animales porque ya no pueden hacerse cargo de ellos. Lo que sí que hacen desde el albergue es ayudar a que los perros encuentren un nuevo hogar cuando las familias no pueden mantener al animal.

También se puede adoptar

No solo recogen perros o ayudan a recolocarlos en otros hogares, también los dan en adopción. Para ello se necesitan, al menos, dos visitas al albergue que tienen que ser planificadas "bien por el email del albergue, bien por redes sociales" detalla delegado provincial de GEACAM.

Luego, el proceso es sencillo, "hacemos un primer día cuestionario de adopción responsable y dos visitas sí que estamos pidiendo para ya llevárselo", explica Alarcón.

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Desde el albergue de la Diputación de Cuenca se encargan de que el perro "salga con el chip, el nombre del titular que adopta y con todas las vacunas en regla".

Lo que buscan en los adoptantes es que sepan que va a ser un miembro más de la familia, no una herramienta de vigilancia o de caza.