Imagina Talavera

Talavera de la Reina

Imagina una Talavera donde nuestros representantes políticos no derrocharan sus energías en atacarse unos a otros, echándose la culpa mutuamente de lo que ha ido mal, o de lo que directamente no ha ido. Los que están ahora en el poder a los que estaban antes, y viceversa.

Como vemos en asuntos tan evidentes como el del tren. Ese AVE promesa, AVE fénix tantas veces prometido como demorado. Inexistente aún pese a que unos y otros hayan tenido el poder estatal, el regional y el local. Un AVE, por cierto que no ha sido nunca la primera necesidad del transporte, que no era más que el eterno espejismo, porque lo que necesita Talavera es un tren que lo comunique con Madrid en 50 minutos y con Toledo en 30. Con frecuencia, y accesible de precio.

Y eso se puede conseguir con una vía convencional, electrificada, con algunos tramos rectificados... en fin, viejas promesas, que se van oxidando en nuestra imaginación, a fuerza de repetirse y no hacerse realidad.

Imagina que esa misma Talavera superase esa dinámica del y tú más, y del y tú menos, y ahora, en vez de estar empleando sus energías en pedir el soterramiento de las vías, para evitar supuesta división de una Talavera que no existe en la parte norte de la vía, se emplearan esas energías, y ese dinero, en pedir una estación de verdad moderna.

Una estación amplia, intermodal, donde alguien cogiese el autobús hacia su pueblo, en toda la comarca, con un horario frecuente y un precio accesible.

Y lo mismo con la bicicleta, al carril bici urbano, a los caminos libres de la comarca. Una estación donde hubiera una oficina de la bicicleta, junto a una oficina de recepción de visitantes, una oficina turística, del patrimonio y de la cerámica... esa sería la Talavera que presentaríamos a quien viniese a vernos, la que imaginamos.