Opinión

Jazz

La firma de opinión del crítico cultural Juan Ángel Fernández

Juan Angel Fernandez

'Jazz', la opinión de Juan Ángel Fernández

Albacete

El pasado viernes tuvo lugar en la casa cultural José Saramago un concierto de jazz impecable, de esas demostraciones musicales que te arreglan el día. El trío de la pianista Coni Lechner, con Luis Escribano al bajo eléctrico y Antoni Pastora a la batería dedicaron toda su presencia a la música del gran maestro brasileño Egberto Gismonti, el mejor experto que hoy día se puede escuchar de música brasileña. No hablamos de bossa nova, samba y toda la herencia delicada de tipos como Vinicius de Moraes o Antonio Carlos Jobim, hablamos de parte de una sociedad musical de extremos absolutos, una pobreza de medios inmensa, con una tecnología límite, una jungla increíble con todos los indígenas brasileños guardianes de la Amazonia. Hablamos de todo el entorno a la música criolla, incluso de la más escondida a la ribera del Amazonas. El trío cautivó a una poblada audiencia que supo entender la música y las explicaciones de la pianista, hermana de otro experto en los teclados como Federico Lechner, quien ya ha visitado Albacete en varias ocasiones cuando los festivales de jazz y las actuaciones en clubs albaceteños era algo habitual en los inviernos de la ciudad.

Y es ahí donde quiero llegar esta mañana, a parte de resaltar una vez más la exquisitez de la tarde del viernes: El jazz y los festivales de jazz en nuestra ciudad, como el que está organizando, una vez más la Asociación de Amigos del Jazz, con las premuras económicas lógicas que llegan hasta donde puede con la única aportación de sus socios. La afición a la música de jazz en Albacete siempre fue históricamente demostrada. Los llenos en los distintos escenarios donde se organizaron fueron siempre puntuales... El viejo cine Capitol (hoy sede de la Filmoteca), el cine Carlos III; la antigua casa de la Cultura de Isaac Peral, el cine Carretas, hasta llegar a la inauguración del Auditorio Municipal y acabar posteriormente en el Teatro Circo de la ciudad. Todo ello sufragado económicamente y apoyado sin fisuras por el Ayuntamiento de Albacete, la Diputación Provincial y hasta la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, incluso, alguna vez, con aportación publicitaria local. Claro, así pudimos ver en Albacete a figuras como Tete Montoliu(varias veces), Art Blakey, Jimmy Smith, la legendaria Chicago Blues Orquesta (varias veces), Terence Blanchard, Kenny Burrell, Ray Barretto(con el Carlos III bailando en los pasillos), Ahmad Jamal, Roy Hargrove... o glorias actuales como Marcus Miller, Brad Meldhau, Kenny Garrett, James Carter, Joshua Redman... Y Llenos, siempre llenos en cada convocatoria.

Por eso no acabo de entender los apuros de Julio Guillen, Miguel Morel, María Frances, Narciso Jiménez, actuales responsables de la Asociación Amigos del Jazz, para obtener alguna ayuda económica de nuestras entidades oficiales como históricamente hicieron. Hablamos de cultura musical. Hablamos de una música que siempre ha sido bien recibida en Albacete, como el pasado viernes en la Saramago. Hablamos de un Festival de Jazz que reúne este año un puñado de conciertos muy recomendables pese a las dificultades mencionadas.

Ayuntamiento de Albacete (Concejalía de Cultura), Diputación Provincial, Junta de Comunidades de Castilla la Mancha... los aficionados a la música en la capital albaceteña os lo agradecerán de por vida. Os lo aseguro.