Matar al mensajero
La firma de opinión de la periodista y presidenta de la Asociación de la Prensa de Albacete, Loli Ríos Defez
'Matar al mensajero', la opinión de Loli Ríos
Albacete
He pasado muchas horas, durante cinco días, por las autovías de la provincia de Albacete. No soy trabajadora de mantenimiento de carreteras, ya lo sabéis, soy periodista y estaba donde tenía que estar: informando de las protestas del sector agrario y ganadero.
Cortar las autovías y autopistas ha sido la forma más efectiva de llamar la atención porque sabemos que, lo que no sale en los medios, no existe. Y, para salir en los medios, hace falta que los equipos nos traslademos hasta donde está ocurriendo el acontecimiento del que queremos informar, sobre todo si eres la televisión. Esto es de primero de sentido común.
Hemos contado las reivindicaciones de quienes protestaban. Hemos detallado todas y cada una de sus demandas y, muchas veces, hemos ido más allá echando mano de compañeros y compañeras expertas en información agraria que han explicado pormenorizadamente la situación insostenible que vive el campo español, que es lo que ha provocado las movilizaciones.
También hemos dado cuenta, faltaría más, de lo que hemos visto en los lugares donde hemos ido a cubrir la protesta. En mi caso, siempre, una actitud pacífica, cabal, sin ningún tipo de violencia entre manifestantes, fuerzas del orden o personas que, pacientemente y con empatía, esperaban a poder circular.
El tema es que no en todas partes ha sido así. En algunos lugares de España (vuelvo a remarcar: no en Albacete), se han vivido momentos de tensión extrema y, claro, los equipos que, como yo, estaban donde tenían que estar, lo han contado, faltaría. Pero no a todo el mundo le ha gustado que esa parte, también, se cuente y algunas personas, una inmensa minoría, se han encargado de hacérnoslo saber a todo periodista que se ha encontrado. Un equipo de Antena 3 tuvo que salir escoltado por la Guardia Civil y yo he tenido que escuchar comentarios como “¿venís a contar la verdad o sólo mentiras?” o “esto no lo grabes” o “sacáis lo que queréis” o “luego cortas lo que he dicho” o, el colmo, “a ti te pagan por contar esto”… pues hombre, trabajar sin cobrar como que no lo veo.
Insisto en algo: la gran mayoría de las personas que hemos grabado estos días me han tratado con respeto y, en bastantes casos, con muchísima amabilidad, pero los autores de estos comentarios los han hecho con la intención de intimidarme y de condicionar mi trabajo, algo que es absolutamente intolerable.
Lo de que matar al mensajero está muy visto, ya lo sabemos, pero lo que me preocupa es que, cada vez, esté mejor visto.