¿Por qué salen flores antes que las hojas?
Juan José Sanz Cid, Investigador Científico Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC)

La mirada de Toledo - ¿Por qué salen las flores antes que las hojas? (27/02/2024)
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Toledo
Estamos en el inicio de la primavera y podemos observar que se ha iniciado la floración de los árboles frutales que pertenecen a la familia de las rosáceas. Los cambios en el fotoperiodo y en la temperatura ambiente son las pistas que utilizan estas plantas para sacar la flor por un desencadenante de sus hormonas vegetales. Primero son los almendros, albaricoqueros, ciruelos del Japón y seguidamente comenzarán los cerezos, manzanos y perales. El periodo de floración es breve y en este periodo se debe producir la polinización por insectos, principalmente abejas, para asegurar la producción del fruto.
Pero, ¿por qué sacan las flores antes que las hojas? La hipótesis más extendida indica que debe ser una estrategia de polinización. Al cubrirse las ramas del árbol completamente de flores se convierte en un enorme atractivo para toda clase de insectos polinizadores. Además, la ausencia de hojas hace que no existan impedimentos para que el viento pueda propagar todo el polen posible, lo que se llama polinización anemófila, así como el olor del néctar que atrae a los insectos. Sin polinización no hay frutos, y sin frutos no hay posibilidad de semillas para garantizar la supervivencia de la especie en el futuro. El paso del tiempo ha hecho que aquellos individuos que adelantan la floración a la salida de las hojas tengan ventajas en términos de descendientes y así es como funciona la Selección Natural.
Pero todo este proceso se está viendo afectado por la reciente crisis climática. Para la que la polinización sea efectiva, hace falta la presencia de insectos. Esta sincronización se está viendo afectada por el cambio climático. Por otro lado, el impacto en la salud humana es evidente en las enfermedades alérgicas, ya que la exposición a alérgenos del polen transmitido por el viento puede desencadenar respuestas de la nariz, ojos y bronquios (asma). La prevalencia de alergia al polen en la población europea se estima en un 40 %, por lo que es uno de los alérgenos más comunes en Europa.
Se espera que los efectos del cambio climático conduzcan a una mayor exposición de la población europea al polen y a los alérgenos en el futuro. Esto aumentará la probabilidad de nuevas sensibilidades alérgicas. En individuos ya sensibilizados, se espera que la duración y la gravedad de los síntomas aumenten bajo el cambio climático debido a temporadas de polen más largas y una mayor capacidad alérgica del polen. Se proyecta que los cambios provocados por el clima tengan implicaciones para la prevalencia del asma y los costos médicos asociados. Además, las altas temperaturas y las olas de calor, que se espera aumenten en frecuencia y duración bajo el cambio climático, agravarán los problemas respiratorios y aumentarán la mortalidad de las personas que sufren de asma y otros problemas respiratorios que resultan de alergias.
La infraestructura verde en las ciudades, instalada como medidas de adaptación al cambio climático, también puede aumentar las cargas de polen y las reacciones alérgicas en el futuro. Un estudio de caso en 18 espacios verdes en Bruselas demostró que se espera que el potencial alergénico de los parques urbanos se duplique como resultado de los cambios combinados en la duración de las temporadas de polen, la capacidad alérgica del polen y las tasas de sensibilización de la población. Por ello, la elección de especies arbóreas adecuadas para entornos urbanos es crucial a la hora de diseñar medidas de adaptación al clima y para evitar el aumento de este tipo de alergias por el polen.




