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Así nos va

La firma de opinión de la periodista y presidenta de la Asociación de la Prensa de Albacete, Loli Ríos Defez

Loli Ríos, periodista y presidenta de la Asociación de la Prensa de Albacete / Cadena SER

Albacete

Lo del caso Koldo nos tiene a todas escandalizadas, cabreadas, flipadas y todo lo adas que se os ocurra. Creo que hay consenso en que eso de que enriquecerse y comprarse apartamentos en Benidorm a costa de la desesperación por conseguir mascarillas, no está bonito. Vamos, que es despreciable.

No voy a analizar aquí las consecuencias penales, ni las éticas, ni las políticas del caso, ni las responsabilidades de José Luis Ábalos, ni las dimisiones, mejor dicho, las no dimisiones, ni el “y tú más” de la oposición, pero es que hay un par de detallitos en todo esto que me tienen loquísima.

Empiezo por lo más reciente. No sabéis la repulsa que me produjo escuchar a Ábalos lamentarse compungido por tener que ir a trabajar en su coche solo y sin secretaria. Creo que esa frase define al exministro. Lo explico por si hay alguna duda: dícese de un 'señoro' machista que vive en un mundo en el que no puede conducir su propio automóvil, como el común de los mortales, sino que necesita un Koldo en su vida; y piensa que la persona que trabaja para él asistiéndolo en asuntos de agenda y demás tiene que ser una mujer, una secretaria. Pobre Ábalos, no se da cuenta de que lo realmente lamentable es que, si Miguel Delibes escribiese hoy “Los santos inocentes” y lo ambientase en el Paseo de la Castellana, José Luis Ábalos sería el señorito Iván.

Segunda cuestión: el tema de que un personaje como el tal Koldo, mazas de libro, segurata chungo de un establecimiento aún más chungo, que tal individuo sea nombrado miembro del consejo de administración de Renfe mercancías me parece gravísimo. Pero me parece aún más grave la respuesta chulesca de Ábalos, el señorito Iván que lo nombró, cuando el sábado pasado José Yélamo, en La Sexta Xplica, le preguntó por ese hecho. Dijo el exministro que eso es “lo normal”, que pasa todos los días en un ministerio como el de Transporte, con tantas empresas que dependen de él. ¿Cómo que lo normal?, ¿Cómo va a ser eso normal?, ¿Cuántos Koldos hay repartidos en consejos de administración por el mundo?

Aunque, pensándolo bien, estos nombramientos explicarían cosas como el mal funcionamiento de algunos trenes, que acumulan retrasos por averías, o que haya desaparecido cualquier conexión por ferrocarril entre Albacete y Valencia por las tardes los días de diario, o que estemos sin tren hasta Murcia y Cartagena ya varios años. Así nos va.