La buena educación

Talavera de la Reina

El gran problema nacional ha sido y sigue siendo la educación, en todas y cada una de las acepciones del término. Sin excepciones. Somos una sociedad, por lo general, maleducada y grosera, cuestión de la que se derivan muchos de nuestros grandes males.

La norma se ha convertido en excepción. Cuando cedes el paso en una puerta o el asiento en el autobús o en cualquier sala de espera, ves que se sorprenden, te miran con el rabillo del ojo como a un marciano y las más de las veces ni te dan las gracias.

No digamos cuando pretendes ayudar con bolsas o paquetes, te escudriñan de arriba a abajo como si fueras a robárselos. Lo normal es que te despachen dependientes y camareros con cara de perro y tú, con las mismas, pagues y te despidas a la francesa. Las reglas mínimas de urbanidad están en absoluto desuso. Gracias, por favor, buenos días, disculpe, me permite… son palabras en grave peligro de extinción.

El asunto es preocupante y para hacérselo ver. Encontrarte con una persona educada y cortés, en estos tiempos que corren, es tan raro que, cuando eso ocurre, llama tanto la atención que nos hacemos lenguas y hasta nos cachondeamos, considerándolo arcaico y demodé. Una verdadera pena.