Ciudadanía frente a la corrupción
La firma de opinión de Évelin R. Molano, activista y voluntaria de distintas organizaciones, fundaciones y colectivos en defensa de los Derechos Humanos, Sociales, Económicos, Culturales y Ambientales
'Ciudadanía frente a la corrupción', la opinión de Évelin R. Molano
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Albacete
Un año más, España mantiene su puntuación de 60 sobre 100 en el índice de Percepción de la Corrupción (IPC) que Transparencia Internacional publicó el pasado 30 de enero. Aun así, desciende un puesto en el ranking mundial (36/180) y cuatro con respecto al 2020 (32/180).
La mayoría de los 180 países y territorios que se estudian lograron mínimos o nulos avances en combatir la corrupción en el sector público. Esto indica que la corrupción sigue siendo un problema importante en todo el mundo, con una puntuación media de apenas 43 sobre 100. *El índice de Percepción de la Corrupción asigna una puntuación a 180 territorios en una escala de 0 a 100, donde 100 puntos equivalen a «muy transparente» y 0 puntos equivalen a «altamente corrupto».
La corrupción sigue siendo un grave problema que debería poner en alerta a la población y a los líderes políticos. Más que el ranking del país, o de los propios partidos políticos, que poco sorprenderían, la cuestión es sí como sociedad nos hemos adormecido ante esta situación, y la damos por hecha, como si formara parte de “hacer política”.
En otros lados del hemisferio se suele decir en lenguaje muy coloquial “… sí no defraudan todo, y los proyectos salen más o menos adelante, ya podemos dar las gracias…” ¿A servidores públicos? Parece que nos vendría bien refrescar significados, básicamente un político o política es una persona que se dedica a los intereses públicos en general y que en las sociedades democráticas participa con su opinión, con su filosofía política, con su voto, con su participación, con su trabajo y con sus capacidades en las decisiones que se han de tomar para organizar y apoyar todo lo que afecte a la ciudadanía. Pues eso. Un servidor de lo público.
Si luego nos trasladamos al y “tú más”, sacaríamos otro ranking por país y partido político, se compararían el tipo de fraudes entre ellos mismos e inclusive entre la propia sociedad intentaríamos comparar que tiene mayor impacto o que es peor. No estoy muy segura de la utilidad que esto pueda tener.
La información y que se destapen los casos de corrupción es de agradecer, y no debemos desconocer que aquí la libertad de prensa e información es un activo social que estamos obligadas a proteger, o sino es muy probable que vivamos aún más a ciegas.
La presunción de inocencia, reservas del sumario, el hecho de que lo que haga una persona no puede ni debe comprometer a todo un partido u organización, eso por supuesto está sobre la mesa. Y entonces, ¿qué nos queda a la ciudadanía respecto a la corrupción? Un voto con cabeza fría, mucho análisis, filtrar emociones y mucha información de diferentes fuentes fiables, para luego tomar decisiones.
Votar es tan importante como la participación ciudadana y el seguimiento de lo público desde el lugar en el que cada una nos encontremos.
El ciudadano suele pensar que su vida democrática consiste sólo en votar y en ir a manifestaciones. Que es fundamental y está muy bien, pero no es suficiente. Debemos desarrollarnos más en la sociedad civil, participar o impulsar ONG, plataformas de defensa del interés público y también promover la transparencia y la legalidad desde nuestras propias actuaciones y las que observamos en los demás. La corrupción es cosa de todas y todos.
Évelin R. Molano
Colombiana, hija adoptiva de Albacete desde hace 18 años, Licenciada en Ciencias Políticas, MBA Executive...