Artistas
La firma de opinión del crítico cultural Juan Ángel Fernández
Albacete
Los sofocantes calores de marzo invitan a patear la ciudad. Algunos establecimientos colaboran en el desparpajo que regalan las calles, éstas con un llenazo hasta la bandera (da igual el color). Las terrazas imponen su atrevimiento, no pasa nada si algunas lleguen a rebañar el asfalto de la misma vía automovilística: se puede dar el caso de que un conductor desde su Seat 600 te choriceé la cerveza sin despeinarse. Los bulevares abren puertas y ventanas hospitalarias y tabernas, mesones, cervecerías y pubs combinan el colorido público y la forzada alegría: en el Café Berlin del Paseo de la Cuba, suena un cantautor, El Arte de Frío, para alegrar la tarde; en La Casa Vieja, calle Blasco Ibañez, otros históricos, Mungo Park reviven la aventura del folk británico y The Extra Mileanuncian concierto para este viernes; En la agradable arboleda junto al Parque Lineal el EA Teatro te invita a un bermú mientras escuchas en directo la madre de todas las batallas: el blues. El Paisaje Mental de lo Insólito del reconocido artista local Enguídanos se estrena mañana en el Museo Municipal de Albacete y un aluvión de risas y juerguevelas se explaya en el Teatro Circo estos días con Gachas Comedy o las bromas del monologuista Ismael Galleteroel pasado domingo en el Blue Café teatro de la calle de la Cruz, humor sin fronteras. Los grupos Serpent y Record Mundial estarán también el viernes en la Sala Sideral de la calle Teodoro Camino... Albacete, una capital a punto del desparrame.
Nuestra ciudad, se revela pues como una corte florecida y sazonada de experiencias, como si ya hubiese traspasado hace tiempo la apocada y timorata edad de hielo. Otro ejemplo visible es la presencia estos días del pintor José Callado en el Centro Cultural de la Asunción. Un reparto de su obra a lo ancho y alto del antiguo convento de Franciscanas de la Encarnación, templo renacentista del siglo xv... que todo hay que decirlo en bien de los aprovechamientos de espacios, más si están situados en el centro de la la ciudad.
Callado recuerda en el piso superior de la Asunción sus experimentados dibujos de aquella tauromaquia iniciática del 94 donde incluso se reconocen a algunos héroes del toreo o sus portadas en grises con aquellas primeras pinceladas encontradas donde la intuición del creador explotaba en una suerte de ruinas, enaltecimiento del deshecho voluntario o la evocación del Aire en 2008 y el encuentro con el Agua doce años después en la sala principal del museo: un regalo para la vista y el recuerdo de unos trabajos de un artista que suele estallar en ésos paisajes descontextualizados donde hace explotar el color marrón: Ya lo ha dicho alguna vez: “Es un color que está compuesto por todos los colores primarios y por lo tanto tiene toda la vida dentro. Me gusta partir desde ahí, para luego ir componiendo de forma progresiva. Es un color desprestigiado, pero que a mí siempre me ha parecido maravilloso y me gusta reivindicar”, Lo dice mientras se regodea en su trabajo de ambientes de aguas violentas, desproporcionadas, manotazos de blancos relucientes y vegetaciones ariscas, bravas, asalvajadas... Una muestra artística fascinante. José Callado siempre sorprendente.
Cuidado que esta joya pictórica se despide el próximo sábado 23 de la Asunción. No se la pierdan.