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Mitología y botánica: los nombres de las plantas que crecen en Cuenca

Desde los asfódelos al ciprés, pasando por los jacintos o los adonis, un recorrido por lo que la mitología dejó en la botánica

El origen mitológico de los nombres de las plantas de los campos de Cuenca

Cuenca

En el espacio La memoria de la tierra que emitimos los miércoles cada quince días en Hoy por Hoy Cuenca, esta semana Tirso Moreno, de Vestal Etnografía ha presentado un recorrido por algunas de las plantas más comunes en los campos de la provincia de Cuenca y nos ha contado el origen mitológico de muchos de sus nombres, unos con etimología romana, otros griega.

Los gamones

“La vid está relacionada con Dionisos y el olivo con Atenea”, recuerda Tirso Moreno que recuerda el mito de Perséfone como origen de la primavera. “Los gamones o asfódelos son una planta muy típica de nuestra tierra al inicio de la primavera. Los campos de asfódelos eran una de las tres divisiones del inframundo según la mitología griega junto a los campos elíseos y el tártaro, era como el limbo cristiano. Los gamones son unas plantas de flores blancas que se ponían sobre las tumbas o que se comían antes de las batallas”.

Los amantes

“Danfe era una ninfa de la que estaba enamorado Apolo, pero Cupido lanzó una flecha de rechazo hacia ella y cuando la perseguía el dios, la ninfa se convirtió en laurel, planta relacionada con la gloria”, recuerda Moreno. “Los torviscos, unas plantas comunes en la Manchuela, guardan el nombre científico daphne gnidium. Los otros dos amantes que guardaron sus nombres en las plantas son los jacintos, tan populares en la jardinería, símbolo del llanto de Apolo al haber causado el dios su muerte”.

El ciprés de Cipariso

“El tercer amante fue Cipariso al que Apolo regaló un ciervo sagrado y que mató por error provocando la muerte de pena del propio Cipariso”, explica Moreno. “Apolo lo trasformó en el ciprés, símbolo del dolor y que sigue rodeando nuestros cementerios”.

Cipreses en los Paúles, en Cuenca.

Cipreses en los Paúles, en Cuenca. / Vestal

Cupido

“La hierba cupido es muy habitual al comienzo del verano pero poco conocida”, explica Moreno. “Su relación con el dios griego viene porque antiguamente se utilizaba en la alquimia para la preparación de filtros amorosos y pócimas de brujería”.

Venus

“Venus es la deidad que más nombres ha dejado en la botánica. Tenemos el cabello de Venus, una más conocida como la cuscuta y otra más romántica como el helecho, el culantrillo, que lo encontramos en la mayoría de fuentes de la Serranía”, apunta Moreno.

Cabellos de Venus (Adiantum capillus-veneris) en la fuente de la Zarza, en Cuenca.

Cabellos de Venus (Adiantum capillus-veneris) en la fuente de la Zarza, en Cuenca. / Vestal

“Y si tenemos el cabello de Venus, también hay peine de Venus como es el scandix pecten-veneris cuyos frutos son como agujitas agrupadas que recuerdan a un peine. Y por último, el ombligo de Venus, que encontramos en zonas húmedas y cuyas hojas, como decía Hipócrates, es recomendable comer sus hojas para la fertilidad”.

“Hay una planta que encierra el nombre de otro ser mitológico”, apunta Moreno. “Adonis era uno de los pocos jóvenes de los que se enamoró Afrodita. Al bello galán lo mató un jabalí y cuentan que de su sangre derramada brotaron los adonis”.

Ombligo de venus (Umbilicus rupestris).

Ombligo de venus (Umbilicus rupestris). / Vestal

Paco Auñón

Director y presentador del programa Hoy por Hoy...