¿Cómo afectaría a Castilla-La Mancha no tener deporte profesional?

Toledo

Albacete y Cuenca son dos ciudades que se venden por muchas cosas: la feria en una y su casco histórico en otra o la gastronomía en ambas por poner un ejemplo. Pero también llegan muchas personas cada año movidas por sus emblemas deportivos. El Albacete Balompie y en fútbol y el Ciudad Encantada en balonmano. Actualmente los dos únicos equipos de Castilla-La Mancha que compiten en una liga profesional. En España sólo están reconocidas como tal la primera y segunda división de fútbol, la ACB de baloncesto y desde la temporada pasada la ASOBAL de balonmano. Y aunque bien es cierto que la comunidad autónoma tiene también en su máxima categoría a tres equipos de la provincia de Ciudad Real (Kiele Socuéllamos en voleibol femenino, Viña Albali Valdepeñas y Quesos el Hidalgo Manzanares en fútbol sala) tan solo los dos citados anteriormente tienen la condición de "profesionales".

En La Ventana de Castilla-La Mancha nos hemos preguntado -dada su actual situación deportiva- que supondría el descenso de estos conjuntos y que supondría para, por ejemplo, la economía de las instituciones. Juanma Sevilla, la voz del 'Alba' en La SER reconoce que "mínimo y sin actualizar otros importes...de televisión y taquillas se superarían los cuatro millones de euros menos para la próxima temporada". Por no hablar de lo que repercute la llegada de muchos aficionados de otras localidades para la hostelería de la ciudad: "hay aficiones en el fútbol profesional que tienen muy 'institucionalizado' el viajar con su equipo como por ejemplo Zaragoza o Sporting de Gijón". Ha recordado que en esta misma temporada aficiones de equipos cuya ciudad está mas o menos cerca como Elche o Cartagena trajeron a la capital manchega casi 2.000 personas cada fin de semana "y eso se nota en los bares, los comercios e incluso los hoteles de la ciudad".

Ocurre algo similar en Cuenca con el Rebi. Luisja García, compañero de SER Cuenca habla de "un emblema social y deportivo para la ciudad que ha sido el orgullo en los últimos años para la zona" y que "aunque no mueve la cifra del fútbol...se notaría mucho en patrocinios o exposición pública". Cierto es que este deporte está todavía "en camino para conseguir una verdadera profesionalización" pero un descenso "pondría la viabilidad económica del club muy entredicha".

Porque en ambos casos detrás de los contratos profesionales de los deportistas también hay decenas de trabajadores que conforman el día a día del equipo o el club. Canteras por debajo que tienen al primer equipo como referencia y unos compromisos que podrían alterarse negativamente. Aunque como se ha dicho al final de la conversación, queda todavía margen deportivo para evitar los descensos y en el caso del balonmano el Guadalajara y el Caserío de Ciudad Real están muy cerca de conseguir también el ascenso.