El pacto de la deshumanización

El pacto del que poco se ha informado, el pacto del que nada se ha hablado, el Pacto Europeo de Migración y Asilo.

"Tras años de negociaciones, las instituciones de la UE han firmado de forma conjunta y vergonzosa un acuerdo que saben que provocará un mayor sufrimiento humano. Para las personas que escapan de conflictos, persecución o inseguridad económica, estas reformas significarán menor protección y mayor riesgo de sufrir violaciones de derechos humanos en toda Europa, incluidas devoluciones sumarias ilegales y violentas, detenciones arbitrarias y actuaciones policiales discriminatorias”. Fuente. Oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas.

Europa ha perdido la gran oportunidad de construir un sistema de migración y asilo que situara los derechos humanos en su centro, y de respetar y defender incondicionalmente el derecho humano de las personas a solicitar asilo sin importar de dónde vengan o cómo hayan llegado. Europa ha perdido la oportunidad de construir rutas y sistemas seguros para las personas migrantes que luego le serán tan necesarias.

El pacto causará casi con seguridad que más gente sea detenida de facto en las fronteras de la UE, incluidas familias con menores de edad y personas en situaciones de vulnerabilidad. Se reducirán las garantías para quienes soliciten asilo en la UE, y más personas serán dirigidas a través de procedimientos deficientes y exprés de concesión de asilo en la frontera en lugar de recibir una evaluación justa y completa de sus solicitudes.

El pacto sobre migración tampoco apoya de forma concreta a los Estados a los que llegan primero las personas migrantes en Europa como Italia, España y Grecia. En lugar de priorizar la solidaridad mediante reubicaciones y reforzando los sistemas de protección, los Estados podrán limitarse a pagar para reforzar las fronteras exteriores o financiar a países de fuera de la UE para impedir que la gente llegue a Europa. Países en los que tampoco tienen garantía ninguna. La vida de cualquier migrante vale ahora mismo 20.000€ que podrá pagar cualquier Estado para poder rechazarle, dinero que sale de los impuestos de la ciudadanía europea.

Desde nuestra posición de privilegio siento miedo y profunda tristeza. Es un Pacto de deshumanización, se nos tratará como a mercancía, y yo me pregunto en medio de este mundo lleno de guerras, armas y líderes que sin ningún pudor atacan y matan, cómo la clase política europea en cambio de unir esfuerzos para detener las masacres que nos son retrasmitidas a diario, han podido sentarse y ponerse de acuerdo para poner precio a la vida y para saltarse tratados internacionales.

Un pacto que no escuchó a la sociedad civil ni a las organizaciones que trabajan con las personas migrantes. Un pacto que se defiende, a nivel político, indicando la “protección de las personas” y las mafias como el mejor escudo para defender la reconstrucción de una Europa fortaleza e inhumana.

Seguir levantado muros nunca será la solución, quién tenga hambre, quién tenga miedo, quién tenga sueños no se va detener. Eso lo hemos comprobado a través de la historia de los muros invisibles.

La frustración no nos detendrá. Muchas personas activistas han llorado en la puerta de las instituciones europeas y han denunciado este retroceso en materia de derechos humanos junto a más de 400 organizaciones que han pedido ser escuchadas por los cauces oficiales sin ningún éxito.

Desde la sociedad civil seguiremos mostrando solidaridad con las personas refugiadas y migrantes, las afectadas por el racismo, la discriminación, la violencia y los abusos contra los derechos humanos en las fronteras europeas y más allá de ellas.