Se incrementan las visitas a los desguaces ante el alza en los precios de vehículos nuevos y segunda mano

Tomelloso

Cada vez se complica más el hecho de cambiar de vehículo, ya sea adquiriendo uno nuevo, o comprándolo de segunda mano. El alza en los precios provoca que nos quedemos con el coche viejo el máximo tiempo posible, y postergar la idea de renovarlo hasta que contemos con una mayor solvencia económica.

Esto se nota en los talleres, que se han convertido en el sitio ideal para extender la vida útil de nuestro vehículo cueste lo que cueste. Sobre eso hemos hablado con Javier Albanavas, de Albatur Automoción, en Ciudad Real. "Antes dabas un presupuesto y la gente se llevaba las manos a la cabeza. Ahora, les sirve casi cualquier cosa, con tal de seguir con su coche", ha expuesto. También, los usuarios están siendo más responsables y previsores con los mantenimientos, "para evitar averías mayores que pueden suponernos un gran desembolso".

Los vehículos cada vez son más modernos y suponen todo un reto para los mecánicos, que tienen que estar en constante aprendizaje. "Hoy se fabrican coches muy sofisticados, con tecnologías y sensores que no habíamos visto en la vida", reconoce, pero este sector está atravesando un buen momento. "Todos los años hago 6-7 cursos para poder estar al día", relata.

Desguaces con más visitas

Los desguaces tampoco dan abasto ante clientes que buscan piezas usadas para prolongar al máximo la vida de su vehículo, porque sale más barato buscar una pieza en desguace que comprarse otro coche. Un incremento en la demanda de piezas usadas que ya notan en el ir y venir de clientes a instalaciones como las del Desguace Los Viñedos, de Tomelloso, que registra una mayor afluencia que el año pasado. Ramón Ballesteros lo regenta y así lo constata. "Cada vez la gente intenta reciclar más las piezas de su vehículo, ayudando también al ecosistema", cuenta.

"Tengo conocidos con coches de más de 50 años y funcionan como el primer día. Prácticamente nuevos", expone. Aletas, paragolpes, puertas y faros lideran la lista de objetos reclamados. Pero los catalizadores y tubos de escape también experimentan mucha demanda. "Compran una pieza, averiguan cómo ponerla, y ellos solos, con paciencia, se ahorran un buen dinero", amplía.