Día del Libro

Talavera de la Reina

Alfonso XIII, por Real Decreto del 6 de febrero de 1926, creaba oficialmente la “Fiesta del Libro Español” el día 7 de octubre, porque se pensaba entonces que ese día había nacido Cervantes.

En 1930 se modificaría para arreglar el entuerto al 23 de abril. Desde 1995, a propuesta de la UNESCO, celebramos el día 23 de abril como Día Internacional del libro porque simbólicamente coincidía con las muertes de dos grandes de la literatura universal: Cervantes y Shakespeare. Pero el dato no es cierto. Primero, Shakespeare murió un 3 de mayo.

Los ingleses aún no habían incorporado el calendario gregoriano por el que, en 1582, el Papa Gregorio XII adelantó 10 días el calendario, el día 5 de octubre pasó a ser el 15 del mismo mes. España adoptó ese cambio de manera inmediata. Inglaterra lo hizo, siempre tan suyos, en 1752. Y segundo, don Miguel de Cervantes no murió un 23 de abril. Murió el día anterior, el viernes 22 de abril, a los 68 años, en su casa de Madrid, a la que se había mudado hacía poco tiempo, situada en la esquina de la calle León y de los Francos. Lo enterraron el día 23 de abril de 1616 en la Iglesia del Convento de las Trinitarias Descalzas, en la calle Cantarranas, en el mismo barrio donde vivía.

Los hermanos de la Venerable Orden Tercera de San Francisco, en la que había ingresado don Miguel poco antes, transportan el cuerpo de Cervantes con un modesto sayal de mortaja de la orden y la cara descubierta como era costumbre de su hermandad. Fue enterrado humildemente y recibió sepultura sin lápida en una capilla pequeña del convento a la que se accedía por la calle de Huertas.