Crisis de Derechos Humanos, llamada a la esperanza
La firma de opinión de Évelin R. Molano, activista y voluntaria de distintas organizaciones, fundaciones y colectivos en defensa de los Derechos Humanos, Sociales, Económicos, Culturales y Ambientales
'Crisis de Derechos Humanos, llamada a la esperanza', la opinión de Évelin R. Molano
Con la escalada de los conflictos y el cercano colapso del derecho internacional, el mundo está recogiendo una cosecha de consecuencias terribles, ha manifestado Amnistía Internacional con motivo de la presentación su informe anual -La situación de los derechos humanos en el mundo-, donde se evalúa la situación de los derechos humanos en 155 países.
El informe de Amnistía Internacional presenta un sombrío panorama de alarmante represión de los derechos humanos y frecuente infracción internacional de las normas establecidas, en un contexto de desigualdad global creciente, las superpotencias compiten por la supremacía sin miramientos ni principios.
En los conflictos, la población civil paga el precio más alto mientras los Estados incumplen el derecho internacional. El informe de Amnistía Internacional presenta un crudo examen de la traición a los principios de derechos humanos perpetrada por los líderes e instituciones actuales menoscabado el orden global, ese que se estableció con gran esfuerzo y por primera vez en 1945.
Estados y grupos armados rompen e interpretan a su antojo las reglas de la guerra, y el racismo impregna algunos conflictos. Las crisis económicas, el cambio climático y la degradación ambiental afectan desproporcionadamente a las comunidades marginadas. Los defensores y defensoras de los derechos humanos que hacen campaña en favor de estas comunidades sufren ataques, con la represión de la disidencia como telón de fondo. La ofensiva contra los derechos de las mujeres y las niñas y los de las personas LGBTI se ha intensificado. La incitación al odio y otros contenidos nocivos en Internet contra algunos grupos racializados han aumentado". El panorama es desolador.
Los retrocesos en materia de derechos humanos en 2023, afortunadamente, no han pasado desapercibidos, personas de todo el mundo hemos demostrando una solidaridad mundial sin precedentes. Y estoy segura que no nos vamos a detener.
Siento que no podemos perder la esperanza en los demás y en las instituciones, aunque parezca increíble e iluso, no somos una sociedad ciega al sufrimiento en las zonas de conflicto, incluidos los Territorios Palestinos Ocupados, Israel, Ucrania, Sudán, Myanmar y otras regiones en las que los civiles soportan conflictos brutales.
Debemos seguir obligando a nuestros líderes por todos los medios posibles a proteger los Derechos Humanos, son un bien público mundial. Esta crisis humanitaria que estamos viviendo es el testimonio del daño que se hace cuando se ignoran y violan los derechos humanos.
Pero, tenemos derecho a la esperanza, ¿por qué no?, a esa capacidad legítima e irreprochable de buscar un mundo mejor. Como sociedad tenemos el compromiso de seguir por el camino de la solidaridad y hacer un llamamiento a superar la polarización y nuestros líderes tienen la obligación de basar sus decisiones locales, nacionales y globales en el valor intrínseco e igual de cada vida humana.
Podríamos bajar los brazos y rendirnos pero creo que estamos en deuda con quienes vienen detrás, no podemos permitir que el discurso del odio gane la partida.
Évelin R. Molano
Colombiana, hija adoptiva de Albacete desde hace...