El oasis que ojalá perdure en el tiempo: Tablas de Daimiel y embalses de cabecera del río Tajo con su mejor aspecto de los últimos años

Toledo

Las lluvias de las últimas semanas han dado un respiro muy importante a nuestra tierra. Precipitaciones de las que también se benefician nuestros recursos naturales. Por ejemplo, las Tablas de Daimiel no se veían con tan buen aspecto desde hacía mucho tiempo. También han sido una bendición para las reservas hídricas de la región; otro ejemplo, los embalses de Entrepeñas y Buendía no almacenaban tanto agua desde hacía más de una década. Dos espacios que en las últimas semanas han experimentado un aumento en el número de visitantes.

La realidad son dos recursos bien distintos pero con un denominador común, el agua. En el caso de las Tablas de Daimiel, en la provincia de Ciudad Real, se trata del humedal más importante de España y uno de nuestros espacios naturales más emblemáticos, ya supera las 623 hectáreas encharcadas, su mejor registro desde 2018. En el caso de Entrepeñas y Buendía, situados entre las provincias de Cuenca y Guadalajara, estos embalses se encuentran por encima del 40% de su capacidad y almacena más de 1.000 hectómetros cúbicos de agua, una situación que no se veía en más de una década, desde 2012.

En el programa El viaje empieza aquí hemos hablado con Jesús Pozuelo, responsable de la empresa turística 'Destinos Manchegos' que ofrece diferentes rutas por la Tablas de Daimiel y con Borja Castro, presidente de la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía.

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Jesús Pozuelo nos ha explicado que las Tablas de Daimiel tienen buen aspecto "pero podrían estar mejor" porque es un humedal que debería afrontar el verano si no lleno, casi lleno, porque la época estival se lleva mucha agua por el fenómeno de la "evapotranspiración". Y es que ahora mismo está como a un 40% de su capacidad, que "está bien para la fauna".

Añade que esta situación ha hecho que aumenta el número de visitantes al parque, de hecho, hacía tiempo que no veían un puente de mayo "tan fuerte". Además, nos ha recordado que el problema de agua viene de los años 80 debido al modelo agrícola de regadíos en torno al acuífero 23 y aunque se hayan puesto limitaciones y se extrae menos agua, "todavía seguimos con unas políticas viviendo por encima de nuestra posibilidades hídricas. La gente debe saber que para que el parque funcione el acuífero 23 debe estar al 100%".

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Por su parte, Borja Castro nos ha recordado que hacía 12 años que los embalses de Entrepeñas y Buendía no registraban tanta agua, 1.200 hectómetros cúbicos almacenados, algo que les permite desarrollarse "de una manera potente". Asegura que se está notando en la llegada de visitantes y en los resultados de restaurantes y alojamientos. Una situación que les hace estar en un estado "eufórico" que les guastaría que no fuera "anecdótico".

Y es que desde los municipios ribereños de Entrepeñas y Buendía siguen pidiendo una lámina estable de agua que podrá ser de unos 1.000 hectómetros cúbicos. Todo, en pleno debate sobre las nuevas normas de explotación del trasvase Tajo-Segura que debe garantizar un caudal ecológico para el río Tajo para cumplir con el nuevo Plan Hidrológico Nacional del Tajo. En este sentido, Castro dice que estamos ante la oportunidad de "cambiar de un modelo trasvasista a un modelo sostenible y basado en la desalación".