Así ha sido la bola de fuego que ha surcado los cielos de Castilla-La Mancha

Toledo

Una enorme bola de fuego surcó la pasada noche los cielos de la Península siendo visible también desde Castilla-La Mancha. El bólido fue visto por numerosos testigos que se hicieron eco del fenómeno en redes sociales al ver como el brillo que despedía convertía la noche en día durante un instante. El fenómeno también fue grabado por los detectores que la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (Red SWENM) opera en el Complejo Astronómico de La Hita, en Toledo.

Estos detectores trabajan en el marco del Proyecto SMART que se coordina desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) con el objetivo de monitorizar continuamente el cielo para registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar. También la grabaron los detectores que este mismo proyecto de investigación tiene instalados en los observatorios de Huelva, Calar Alto, Sierra Nevada, La Sagra (Granada), Sevilla y Marçà (Tarragona).

El fenómeno, visible desde España y Portugal, se produjo al entrar en la órbita terrestre una roca procedente de un meteorito. El bólido se volvió incandescente al rozar la atmósfera a una velocidad de unos 161.000 kilómetros por hora, generándose una bola de fuego a una altura de unos 122 kilómetros sobre la localidad de Don Benito, en Badajoz. Desde allí avanzó en dirección noroeste y cruzó Portugal extendiéndose a una altura de unos 54 kilómetros sobre el Océano Atlántico.

En total, la bola de fuego recorrió unos 500 kilómetros de la atmósfera terrestre antes de extinguirse aunque, debido a su luminosidad, pudo verse a una distancia de más 800 kilómetros. Las imágenes muestran claramente como la roca se rompe en multitud de pedazos provocando aumentos súbitos de luminosidad. Según los expertos, los fragmentos se habrían desintegrado completamente en la atmósfera, por lo que ninguno de ellos habría conseguido llegar a la superficie.