Comienza el despliegue de la zona de bajas emisiones en Toledo: lectores de matrículas, nuevos paneles informativos...

Toledo (Toledo)

Toledo ha comenzado a desplegar los diferentes elementos, sensores y señales para culminar la instalación de la Zona de Bajas Emisiones. Una iniciativa a la que obligan las instituciones europeas para aquellas ciudades que cuenten con una población superior a los 50.000 habitantes. Con ello, la Zona de Bajas Emisiones englobará todo el Casco Histórico, incluyendo la zona del Paseo de Recaredo y la Cornisa. De hecho, las señales de prohibido el paso durante los episodios de contaminación se van a instalar en la zona del Puente de Alcántara, en la Puerta de Bisagra y en la entrada al Paseo de Recaredo, junto a la rotonda de la bandera de España. No obstante, esa zona de bajas emisiones no estaría operativa hasta el mes de septiembre. En este aspecto, el contrato para la instalación de los diferentes elementos para hacer posible esa ZBE se firmó en enero de 2024 y la empresa cuenta con un plazo de seis meses para instalar todos los elementos recogidos en dicho pliego de condiciones técnicas.

De este modo, la empresa que se ha adjudicado este contrato cuenta con un presupuesto de 2,5 millones de euros para proceder a instalar 15 nuevas cámaras de videovigilancia. Unas cámaras que se unirán a las 40 con las que ya cuenta Toledo: 16 destinadas al control de los accesos a las zonas peatonales y las 24 restantes para controlar el tráfico en diferentes puntos de la ciudad. En total, una vez se instalen las nuevas cámaras, la red será de hasta 55, distribuidas por diferentes zonas de la capital regional.

Por otro lado, este mismo contrato contempla la instalación de diversa tecnología en 34 cruces de la ciudad, con el objetivo de dar prioridad al paso de los autobuses urbanos. Para ello, se van a instalar sensores que funcionarán por geolocalización y harán que los semáforos puedan favorecer la circulación de este medio de transporte colectivo. Un contrato en el que se incluyen, a su vez, la instalación de cuatro nuevos paneles informativos variables en las mismas ubicaciones de los actuales, pero situados en el carril contrario, así como otro adicional en la Carretera TO-21, a la altura de la Avenida Adolfo Suárez, en sentido entrada a Toledo. En este sentido, se incluye la renovación de los paneles existentes que marcan el número de plazas disponibles en los diferentes aparcamientos de la ciudad, además de la instalación de cinco nuevos.

La zona de bajas emisiones englobará únicamente el Casco Histórico: incluido Recaredo y la Cornisa

También, se ubicarán paneles de señalización oculta que prohibirán el paso a los vehículos contaminantes, en el caso de que existan episodios de contaminación en la ciudad de Toledo. Estos paneles serán tres y coincidirán con las entradas al Casco Histórico, como es el puente de San Martín, Puerta de Bisagra y el Paseo de Recaredo. Además, se instalarán 20 estaciones de toma de datos de tráfico, con el fin de conocer cuáles son las zonas más conflictivas en tiempo real, así como estaciones de medición de la calidad del aire. Por último, se ubicarán 83 cámaras de control de accesos a zonas de bajas emisiones. Unas cámaras que registrarán en tiempo real la matrícula, fecha y hora, dirección del emplazamiento, imagen ampliada de cada matrícula y posición de la placa en la imagen original.

Unas cámaras de control de accesos que se ubicaran en la rotonda de entrada a los barrios de Valparaiso y La Legua, así como en la rotonda de la TO-20 a la TO-21, junto al CEIP Europa. Otro de los puntos elegidos para instalar estas cámaras es la rotonda de la Plaza de Grecia, en el barrio de Buenavista, así como todas las entradas y salidas del Polígono residencial e industrial o en la Avenida Más del Ribero. Unos puntos de vigilancia que se completarán con el puente de la Cava, el paseo de la Rosa o en la zona de Safont.

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Este último equipamiento, el de las cámaras de control de acceso, ha generado revuelo en las redes sociales al instalarse en todas las entradas y salidas al barrio del Polígono, así como en los diferentes accesos a la zona industrial. Sin embargo, el concejal de Movilidad, Iñaki Jiménez, ha dejado claro que la Zona de Bajas Emisiones únicamente afectará al Casco Histórico. Una ZBE que se espera que se cierre al tráfico cuando se completen los diferentes aparcamientos públicos que hay en el interior de la muralla, además de permitir el paso a los residentes. También, ha explicado que no habrá restricciones de circulación para vehículos contaminantes en el Polígono y que no se trata de nuevos radares, como algunos usuarios en redes sociales aseguraban. En esta línea, ha matizado que estas cámaras aportarán mayor seguridad a este barrio toledano y a las otras ubicaciones en donde se instalen. Todo ello, porque permitirá detectar de manera automática vehículos robados o aquellos que tengan algún requerimiento policial o judicial pendiente.