¿Cuánta comida tiramos los albaceteños a la basura?

Las instalaciones de la tienda-café Romero Comercio Justo albergarán en unas semanas a lo sumo un mes la cadena de distribución y venta de los productos del proyecto en el que Cáritas y la Fundación El Sembrador llevan tiempo trabajando para luchar contra el desperdicio alimentario, al tiempo que fomentan la economía social y la inserción de los colectivos más vulnerables. La elaboración de los menús diarios saldrá de los excedentes de comida y del aprovechamiento de productos de las comidas y cenas diarias que se sirven en el restaurante Escuela de Hostelería El Sembrador, y también de la nueva cocina de este centro, en cuyas obras de adecuación se trabaja en la actualidad.

El director de la Fundación El Sembrador, Rafael López, explicó a Radio Albacete que "cada albaceteño desperdicia al año muchos kilogramos de alimentos. De hecho, hay datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en el que se dice que "cada albaceteño desecha a la basura 34 kilogramos de comida en un año".

Según López, más de la mitad de las personas atendidas a través de Caritas, alegan dificultades para cubrir las cinco comidas diarias que normalmente se hacen por cada familia, incluyendo carne, fruta, verduras, pescado recomendados para tener una dieta equilibrada. Los datos de 2022 de Cáritas Diocesana de Albacete arrojan que más de 10.000 personas recibieron algún tipo de ayuda de la entidad por no poder disponer de recursos suficientes para cubrir sus necesidades básicas.

Por otro lado, el gerente de la Fundación El Sembrador explicó otra nueva ayuda con la que contarán las familias en una situación de vulnerabilidad económica. Se ha puesto en marcha un huerto, ubicado en Los Prados, el cual producirá frutas y verduras y cuyo objetivo, según el gerente de la Fundación, "es la entrega del economato, la elaboración para los menús del restaurante y venta al público a través de Romero Comercio Justo". López avanzó que "de momento no tenemos dimensionado el proyecto, ya que hay que asegurar muy bien el canal de distribución, porque si de por sí la ropa es difícil de gestionar, la alimentación es mucho más, dado que este último caso hay más condicionantes y puntos a tomar en cuenta".