Bewis de la Rosa lleva a su música la esencia rural de los pueblos de Cuenca

Cuenca

Bewis de la Rosa es el nombre del proyecto musical de Beatriz del Monte, una artista multidisciplinar que actúa esta tarde de viernes 7 de junio a las 20.30 h en la explanada de entrada del Teatro Auditorio José Luis Perales de Cuenca. Recital gratuito del que hemos hablado con ella en Hoy por Hoy Cuenca.

Amor más que nunca

En 2023, Bewis de la Rosa publicó su primer disco Amor más que nunca “es un salto a permitirme cantar que, de alguna manera, siempre ha estado en mi vida, aunque la danza, la performance y el teatro habían sido hasta entonces la base de mi trabajo”, dice. “Las música y el rap siempre estaban por ahí porque desde muy pequeña bailaba hip-hop, pero nunca me permitía cantar. Crear este proyecto de Bewis de la Rosa me ha permitido aglutinar en una especie de puchero muchas cosas en las que la música está muy presente y es la piedra troncal de la investigación, pero con el bagaje de las artes escénicas que me han construido como persona y como artista”.

Rap rural

“Es esa asociación de dos conceptos: el rap, ese género que siempre ha estado vinculado a los distritos de las ciudades y que pone sobre la mesa los problemas que se tiene cuando no vives en una posición privilegiada de la sociedad, y el rural, que me toca desde mis abuelos que fueron a las ciudades y ahora nos toca a nosotras volver al pueblo. Cuando empecé a escribir las canciones me di cuenta de que hacía rap rural, estamos rapeando, pero hablando de problemáticas que son del pueblo”.

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Pueblo y raíz

“He estado muy vinculada a Villamayor de Santiago desde muy pequeña, el pueblo del que emigró a Madrid mi familia materna”, nos cuenta. “Es el lugar de las primeras veces, donde se ha construido mucho mi identidad, un lugar inspirador en mi proceso creativo y que guardo en mi interior con mucho cariño”.

Sembrar

Bewis de la Rosa es sembrar y cosechar otras formas posibles, leemos en su web. “Vas sembrando y a la larga te das cuenta de lo que vas recogiendo”, dice. “En este año y medio, desde que publicamos el disco, me doy cuenta de la acogida bonita que ha tenido. Recojo que hay ganas de colectivizarnos, de juntarnos, de ser más amables las unas con las otras. Creo que es el resultado de lo que se ha sembrado y una necesidad que se despierta con este proyecto”.

El baile de las abuelas

Bewis es bailar como lo hacían nuestras abuelas, se define. “Es por recuperar esos bailes tradicionales que, más allá de ser casposos o pasados de moda, son parte de nuestras raíces y nos conectan un montón. Se ve en los conciertos. Pedimos que la gente levante los brazos y baile la jota y a todas nos sale. Y muy bien. Creo que es una manera de identificarnos con el pasado y traerlo al presente para revisar lo que nos queremos quedar. No cortarlo de raíz, sino valorarlo”.

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El botijo

“Lo llevo en todos los conciertos como reivindicación de que no se quiten las fuentes de los pueblos y de los talleres de todas las artesanas que quieren hacer botijos”, dice. “Lo que más me gusta de Villamayor de Santiago es encontrarte con gente que llevas tiempo sin ver. El pueblo nos humaniza, te hace tener que arrimar el hombro al otro porque somos menos”.