¿Qué verano?
La firma de María José Aguilar, Catedrática de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad de Castilla-La Mancha
'¿Qué verano?', la opinión de María José Aguilar
Esta será mi última firma de opinión en Radio Albacete de esta temporada, ya que empieza el verano.
Hay varios hechos de actualidad sobre los que me gustaría poner el foco, como la gran manifestación que ayer se celebró en Madrid, a la acudieron 30 mil personas bajo el lema “Monarquía no, Democracia sí”; porque no vamos a tener una democracia plena hasta que no seamos una república. Que el pueblo español no pueda elegir su jefatura del estado y que esta sea hereditaria, nos coloca más cerca del medioevo que de las democracias occidentales. Y si, como dice todo el bloque conservador y el PSOE, el rey solo es una figura simbólica: ¿Por qué llevamos más de 10 años sin que el CIS pregunte a los españoles por la monarquía?
Saben que el rey es la clave de bóveda de este sistema nuestro tan profundamente conservador y que impide la reforma constitucional. Y que, como confesó Adolfo Suárez hace tiempo, si se hubiera hecho el obligado referéndum sobre la forma de estado, el pueblo hubiera elegido república según las encuestas que manejaba el gobierno entonces. Y por eso siguen sin hacerse encuestas hoy: porque la monarquía cada vez tiene menos apoyo popular.
A la vista de los resultados de las recientes elecciones al parlamento europeo, constatamos el avance de fuerzas políticas que tienen como bandera el discurso del odio hacia cualquier colectivo social que sirva como buen chivo expiatorio o cortina de humo para apartar la vista y no fijarnos en la brutal desigualdad que el sistema neoliberal produce. Frente a la erosión de derechos que este capitalismo por desposesión produce en grandes capas de la población, las fuerzas reaccionarias, conservadoras y socialdemócratas apuntalan el sistema en Europa (como en España), con sus políticas económicas (ya sean con rostro amable o con rostro brutal).
Mañana es el día mundial contra el discurso del odio. Pareciera ridículo mencionarlo, a la vista de cómo la ira y el resentimiento se están gestionando y los monstruos que estamos produciendo: unos por acción y otros por omisión. Y, como hace un siglo, será demasiado tarde para lamentaciones cuando nos demos cuenta que esta democracia imperfecta ha sido usada para cargarse los más elementales principios de la misma. Insisto: los reaccionarios y conservadores básicamente por acción, y los socialdemócratas por omisión.
Pero hoy es el día mundial contra la sequía y la desertificación. Y en nuestro país seguimos sin tomar en serio este grave problema que la agroganadería intensiva y el turismo sin control están agravando de forma acelerada.
Me gustaría desear a toda la audiencia un feliz verano pero, vista la realidad, prefiero desearles a todas un verano donde puedan descansar y pararse a pensar sobre el entorno y el mundo que estamos construyendo.
Mi deseo, por iluso que les pueda parecer, es que este verano podamos escuchar en la radio la noticia de que el genocidio en Gaza ha terminado.