Opinión

Gaudeamus igitur

¿En que momento hemos importado con tanta fuerza el rollo este americano de las graduaciones?

Gaudeamus igitur - La mirada de Toledo (19/06/2024)

Toledo

Este artículo debería empezar diciendo. “Como decíamos ayer...” Pues sí las predicciones se han cumplido, por curioso que parezca Toledo es ya “Capital Europa del Deporte” Vamos a celebrarlo, a ver si puede ser con mazapán no con una subida de tasas en las instalaciones deportivas. Aunque si les soy sincera, personalmente estoy saturada de celebraciones. Este mes de junio solo me faltaba una graduación, la de mi hijo, que deja el cole para empezar el instituto. Este fenómeno de las graduaciones también es digno de estudio.

¿En que momento hemos importado con tanta fuerza el rollo este americano de las graduaciones? Mi hijo no ha cumplido 12 años y va por su tercera graduación: en la guardería, en infantil y en primaria ¿No les parece que estamos abusando del significado de la palabra graduación? Miren, graduado es efectivamente aquel que supera un determinado grado académico pero ¿es necesario utilizar esta excusa para montarles a nuestros hijos una fiesta, vestirlos de guapos o hacerles unas fotos? ¿En que les graduamos con 2 años? ¿En aprender a echarse la siesta solos o en intentar sonarse los mocos? Y lo mismo en infantil y en primaria. Se lo dice una madre implicada que ha participado activamente y con gusto de las tres graduaciones de su hijo, pero ¿de verdad todo esto es necesario?

Cuando lleguen realmente a momentos de cierto empaque académico, pongamos que acaban el bachillerato o cuando acaben la universidad, ahí ¿que vamos a hacer? Claro, les vamos a graduar otra vez y esta vez quizá si se merezcan una celebración de peso con el “gaudeamus igitur” y todo. En mi opinión cada cosa tiene su momento. Los dos años o los doce no son momentos de orlas y birretes porque quizá luego no le van a dar la importancia que realmente tiene a ser un graduado. Con esta moda, un americanismo más en nuestras vidas, con 23 o 24 años van a poder hacer una colección de orlas y birretes, pero ¿van a saber diferenciar lo que es una fiesta de lo que es un hito en su vida académica?

Y cuidado que lo peor está por venir: a esto de las graduaciones ya se está sumando en muchos sitios otra gran americanada, en este caso llegada de Sudamérica, las fiestas de las quinceañeras. Menos mal que tengo niño. Entre graduación y graduación les recomiendo que se tomen un descanso. Es una opinión de una Toledana de Toda la Vida.