"Fiestas sin lustre"

Ciudad Real

El tiempo todo lo cura y lo aguanta. Ciudad Real cerró sus fiestas el pasado 22 de agosto en una nueva demostración de que a la capital le importa poco su semana grande. En primer lugar, sus responsables, los políticos municipales, programaron menos actividades que nunca y de peor calidad. Ni hitos musicales ni festejos taurinos inolvidables ni recuerdos para la posteridad.

Agosto es siempre una fecha peligrosa para todo. En especial, cuando los 40 grados martillean jornada tras jornada y los ciudadanos huyen despavoridos de la sartén manchega hacia otras latitudes. Eso lo saben los políticos y tal vez sea una de las razones por las que quieran cumplir el expediente a sabiendas de que no penaliza en las urnas. O tal vez sí. Porque cuando se trata solo de pasar el trámite y a la gente no se le ilusiona, empiezan a tomar nota. Por mucho que se quiera vender cómo éxito unas fiestas que, en sus conciertos, por ejemplo, no han sido capaces de reunir más gente que en concierto de localidades vecinas; o cuando en los festejos taurinos la plaza clarea en más de la mitad o cuando lo poco que funciona es la feria de día por iniciativa privada de una marca de cervezas, es necesario hacérselo mirar. Para ello, hay que trabajar con antelación y constancia.

Las ferias de 2025 deben estar ya en la cabeza de los rectores municipales para presentar algo digno a la ciudadanía. Siéntense con mánagers, feriantes, hoteleros, deportistas y músicos para ver cuál es la mejor y posible feria que se puede ofrecer para el próximo año y no la mera inercia de copiar el programa de un año para otro. Ciudad Real como capital de provincia se merece algo más, se merecen unas fiestas con más lustre.