Lo que no sabías sobre la puesta en marcha del Museo de la Cuchillería de Albacete

Albacete

Este viernes 6 de septiembre se cumple el vigésimo aniversario de la fundación del Museo de la Cuchillería de Albacete, el único de este tipo en nuestro país y el tercero en toda Europa. El Ayuntamiento de Albacete ha organizado un acto de homenaje este jueves 5 de septiembre y en Radio Albacete, aprovechando la efeméride, hemos querido recodar cómo se puso en marcha esta iniciativa y hemos preguntado por todo ello a su primer director, José Antonio Gómez.

¿Quién propuso la creación del Museo de la Cuchillería?

El Museo de la Cuchillería fue un sueño de los cuchilleros y en concreto del que era entonces presidente de la Fundación para el Desarrollo de la Cuchillería de Albacete, Amós Núñez. Unos años antes se había creado la Escuela de Cuchillería y también el Monumento al Cuchillero. La culminación de aquella fundación era como objetivo crear el Museo de la Cuchillería. Primero se creó un consorcio donde de primera mano el Ayuntamiento y la Fundación para el Desarrollo de la Cuchillería arrancaban el museo, el Ayuntamiento aportaba el edificio, la actual Casa de Hortelano, que después se ampliaría con las antiguas instalaciones de la Policía Local, cuya anterior sede estaba justo detrás de la Casa de Hortelano. Y los cuchilleros aportaban la gestión y las piezas, evidentemente los cuchillos y las navajas.

A eso se sumó la Diputación, en aquel entonces presidida por Pedro Antonio Ruiz Santos, y la CCM, la antigua CCM, que fue la que donó la principal, la de la Sala del Marqués, donde se firmó el protocolo de adhesión.

¿Y por qué se elige la Casa de Hortelano, en qué estado estaba cuando se decide que sea la sede y cómo fueron las obras de adecuación?

La restauración llevó su tiempo. De hecho, se retrasó la apertura del museo, por la cantidad de obra que hubo que hacer. Mucha reforma, porque prácticamente, salvo la fachada, que era, además, obligado que la conservásemos por ser patrimonio, el resto, la estructura básica, el resto había que convertirlo en salas para hacer la exposición, meter el acondicionado y demás.

La idea de que fuese la Casa de Hortelano fue de Manuel Pérez Castell. Yo estaba en esa reunión cuando Amos Núñez dijo que queríamos hacer el Museo de la Cuchillería y Manuel se asomó a la ventana y dijo: si queréis, podemos hacerlo ahí, que se veía desde el balcón del ayuntamiento. Justo el triángulo que formaba en el ayuntamiento, la Casa de Hortelano y la Catedral, núcleo turístico. Y con nuestro museo y además un museo singular- Ya nos poníamos en el mapa de los museos con algo que no había en otro sitio de España. Porque tú puedes ir a ver pintura a cualquier gran ciudad alrededor, pero cuchillos, navajas, una colección y una exposición de esas características solamente la podía hacer en Albacete, convirtiéndose en el principal reclamo turístico de la ciudad, junto a la Feria.

¿Y quienes cedieron las piezas para exponer?

La gran exposición, la gran colección la cedió CCM. Además, el Museo de la Cuchillería ha comprado e invertido mucho. También funciona muy bien la cesión por parte de particulares, lo que, además, hace que el museo sea de todos, no solamente del consorcio y de las instituciones que lo regente.

¿Cómo se eligieron las primeras exposiciones, las fijas y las temporales?

Nosotros llevamos ya dos años previos en la Fundación trabajando en el Museo de la Cuchillería, junto con la que después sería la directora del Museo, Mariana de Pascual. Y ahí empezamos a buscar colecciones, se localizó esta de la CMM y a empezar a pedir piezas a los propios cuchilleros, entre otros a la familia Arcos, pero sobre todo a través de la Asociación de Empresarios de la Cuchillería, Aprecu, porque ellos ya ponían en sus folletos hace 20 o 40 años ya ponían en sus folletos para el futuro museo de la cuchillería. Entonces, una parte, la moderna de los últimos 40 años, la aportaba Aprecu con su colección; la parte antigua la aportaban los cuchilleros, que tenían piezas y esta colección, en concreto la del Marqués. Y la primera exposición temporal fue la cuchillería de Taramundi, porque el otro pueblo, en la dimensión de Albacete con cuchillería, era Taramundi.

¿Y por dónde cree que debería pasar el futuro del museo?

Lo que hay que hacer es exportarlo, que salga fuera más, que se lleven colecciones de Albacete a otros lugares, porque hemos llevado exposiciones, por ejemplo, a Italia y a otros lugares y creo que esa es la fórmula.