Opinión

Desconcierto

La opinión del periodista Jaime Quevedo Soubriet

La firma de opinión| Desconcierto

Ciudad Real

Sí, desconcierto por el concierto, aunque esta palabra se omita en las versiones oficiales del lado socialista y se resalte sin ningún género de duda en las de los líderes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Y desconcierto aún de mayor calado entre los mandatarios de todos los niveles, los militantes y los votantes del PSOE en Castilla-La Mancha que no saben a qué carta quedarse.

Tras el pacto fiscal sellado por el PSC y ERC, que ya provocó una durísima comparecencia institucional en contra de Emiliano García-Page, el enfrentamiento entre jefe del Ejecutivo de nuestra autonomía y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, parece haber entrado en una vía que conduce inevitablemente al descarrilamiento de uno de los dos líderes socialistas. Puede decirse, con razón, que ya ha habido otras ocasiones en las que creíamos estar abocados al mismo desenlace y luego nada de nada. Pero ahora, será mucho más difícil que alguno de los dos rehúya el choque final y la clave está en determinar quién tiene más posibilidades de salir trastabillado.

El Gobierno de Castilla-La Mancha decidió ayer, apenas dos días después de celebrarse el tenso comité preparatorio del próximo Congreso Federal del PSOE, recurrir la Ley de Amnistía, último eslabón de una discrepancia, insisto, verdaderamente insuperable. No se olvide que la aprobación de esa ley ya puso a prueba la fidelidad a Pedro Sánchez de los representantes socialistas de nuestra comunidad en el Congreso, por lo que resulta más que dudoso que esos mismos diputados se pongan del lado de García-Page en contra del controvertido acuerdo fiscal entre PSC y ERC.

Así las cosas, el desconcierto, cuando no el desencanto, atenaza a muchos socialistas de nuestra región que, más de una vez, manifiestan una cosa en público y otra en privado, cuando no guardan un significativo silencio. El miedo a perder el poder planea sobre este complejo escenario que lo único que nos garantiza a todos son nuevos sobresaltos.